Servindi, 17 de marzo, 2009.- El presidente de Bolivia, Evo morales, entregó 34 títulos de propiedad a los indígenas guaraníes explotados hace varios años por los terratenientes de las hectáreas confiscadas.
"La propiedad privada siempre será respetada, pero queremos que la gente que no está interesada en la igualdad cambie su mentalidad y se concentre más en las necesidades del país que en el dinero. Hoy comenzamos a poner fin al latifundismo en Bolivia" expresó el mandatario.
"Estas tierras no eran improductivas sino que en ellas se producían violaciones a los derechos humanos de los guaraníes, que, a partir de ahora, serán sus nuevos dueños", agregó.
En lo que va del año, Morales ha concedido más de 38 mil hectáreas que eran propiedad de cinco poderosos extranjeros, amparándose en la nueva Constitución, aprobada por referendo en enero de 2009.
Miles de guaraníes asistieron al acto de entrega de las tierras en la localidad de Santa Cruz, concentración que tuvo lugar a sólo 100 metros de distancia de una de las fincas expropiadas.
Uno de los afectados de la expropiación en el ganadero Ronald Larsen, quien junto con cuatro estancieros amenazaron en impedir el acceso a la tierra a los indígenas.
La transferencia de los campos ocurre seis semanas después de que el presidente aymara celebrase la adopción de una nueva Constitución socialista, que da más poder a la mayoría indígena, autoriza la reelección del presidente y asigna más facultades al Poder Ejecutivo para intervenir en la economía.
La Constitución también limita la extensión de los campos, que no podrán superar las 5.000 hectáreas, y establece que la actividad agrícola y ganadera debe cumplir ciertas funciones económicas y sociales.
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