Servicios en comunicación Intercultural

México: El DÃa del Indio Americano: entre esperanzas truncas y panoramas sombrÃos

Lázaro Cardenas, Tata Lazaro

Lázaro Cárdenas, el "Tata"

Por Marcos Matías Alonso*

Hace siete décadas brilló uno de los hombres más ilustres del siglo XX. Con cariño, fraternidad y alto respeto, los pueblos indígenas de México lo llamaban Tata Lázaro. Fue y será un hombre digno de admiración para las generaciones pasadas y presentes.

Hasta sus detractores reconocen que el General Lázaro Cárdenas del Río es referente inevitable en la memoria del México contemporáneo. Junto a su legado histórico, quedó como uno de los principales defensores de la soberanía nacional y se ha convertido en un ejemplo de dignidad y precursor de las mejores causas del pueblo.

Las decisiones del gran estadista marcaron acontecimientos que cimbraron la estructura del poder nacional e internacional. Quién puede olvidar la pasión y la emoción del pueblo de México cuando, en marzo de 1938, el presidente Lázaro Cárdenas del Río transmitió el siguiente mensaje por la radio:

se declaran expropiados por causa de utilidad pública y a favor de la nación, la maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos, refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, carros y tanques, estaciones de distribución, embarcaciones y todos los demás bienes muebles e inmuebles de propiedad de las empresas extranjeras.

Fue firme y enérgica la decisión del General Lázaro Cárdenas del Río: el petróleo es un bien nacional, es y deberá seguir siendo patrimonio de los mexicanos. La mayoría de los países latinoamericanos veían a México como el hermano mayor y nuestro país empezó a ejercer un liderazgo de admiración hacia la nación mexicana.

De allí se fortaleció una política exterior basada en el legado juarista para recordarnos que Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.

El principio del respeto a los pueblos y a las naciones hizo impulsar al General Lázaro Cárdenas del Río, una política indígena a escala continental. De esta manera, en 1940, el General Lázaro Cárdenas congregó en el CREFAL de Pátzcuaro, Michoacán, a representantes de los pueblos indígenas de América para discutir, junto con los gobiernos de la región, la política indígena gubernamental para atender las acuciantes necesidades de los pueblos indígenas del continente americano.

Desde aquellos memorables acontecimientos del 19 de abril de 1940, fecha en que se celebró el Primer Congreso Indigenista Interamericano, quedó instituido el Día del Indio Americano. En este contexto político nació el Instituto Nacional Indigenista, hoy convertido en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). Es su LXVIII aniversario del Día del Indio Americano, para mi es un honor pronunciar este mensaje desde Pátzcuaro, Michoacán.

Han transcurrido siete décadas con esperanzas truncas y panoramas sombríos. No hay nada que festejar. Más bien, tenemos mucho que lamentar y avergonzarnos por la situación en que sobreviven nuestros hermanos indígenas. La deuda histórica que repiten y repiten los mandatarios nacionales, sigue siendo una de tantas asignaturas pendientes con el pueblo de México.

Hoy, México está hundido en una nueva convulsión política y quizá sea uno de los días menos afortunados para recordar el Día del Indio Americano. Estamos en días de alta petrolización de la política con tiempos nublados en donde los razonamientos y las posiciones políticas se estrellan. El destino de nuestro país está en juego. No hay posiciones intermedias, o luchamos para que México sea una patria digna o la convertimos en colonia de las grandes corporaciones extranjeras y empresas transnacionales.

Para nadie es sorprendente reconocer que la situación contemporánea de los pueblos indígenas ha sido una historia de agravios y vejaciones interminables. La conquista en el terreno de las reformas constitucionales ha sido insuficiente. Su derecho al desarrollo ha sido mutilado por la insuficiencia de recursos económicos para garantizar el bienestar de los satisfactores básicos que todo ciudadano tiene derecho para sobrevivir con dignidad.

Del presupuesto global del 2008 para el pueblo de México, sólo se destinó no más del uno por ciento para los 12 millones de ciudadanos indígenas. El área de los derechos constitucionales y su derecho al desarrollo son dos de los principales desafíos que siguen demandando atención emergente, tanto del Congreso de la Unión como del Poder Ejecutivo Federal.

En los más de 500 años de resistencia indígena nuestros pueblos han transitado por diversos caminos. El camino de la rebelión, el de la organización, el de la palabra, el de la espiritualidad y el camino de nuestra raíz. También nuestros pueblos han conocido el camino del fuego y el de la pólvora. Sin embargo, y a pesar de tantas adversidades, consideramos que el camino del diálogo político y el poder de la palabra, deberán seguir siendo las principales armas para evitar confrontaciones y guerras fratricidas.

Cómo olvidar las grandes lecciones de la Consulta Nacional por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas que se desplegó en marzo de 1999. En dicha Consulta Nacional participaron 2 millones 800 mil ciudadanos y 48 mil mexicanos residentes en el extranjero. Con el esfuerzo conjunto del Congreso de la Unión, del Poder Ejecutivo Federal, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de los pueblos indígenas y de la sociedad civil nacional e internacional, celebramos el más gigantesco ejercicio de diálogo político que se haya conocido en la historia del país.

Lamentablemente los resultados de la Consulta Nacional no tuvieron un carácter vinculatorio ni en la esfera federal, estatal o municipal. Sin embargo, fue una experiencia inédita que se convierte en un abrevadero para abordar civilizadamente la crisis en torno al tema del petróleo y la industria petrolera en México.

En relación al tema de las reformas de la industria petrolera, la propuesta que hace la mayoría de los mexicanos es sencilla: que decida el pueblo de México a través de un referéndum. Que el pueblo vote y decida sobre el futuro de esta riqueza de la nación. Facilitemos el camino para que el pueblo exprese su opinión y evitemos que un tema trascendental se acuerde en la oscuridad. La cuestión petrolera es un asunto demasiado serio para ser decidido sólo por el parlamento mexicano.

Hoy, en la celebración del Día del Indio Americano, honramos la memoria del General Lázaro Cárdenas del Río, un defensor de la soberanía nacional y un baluarte de las mejores causas del país. Tata Lázaro, estoy seguro que el pueblo de México no se dejará engañar con el truco de los bonos ciudadanos para entregar el oro negro por cuentas de vidrio.

Pátzcuaro, Michoacán a 19 de abril del 2008

----

Nota.- El presente texto corresponde al discurso pronunciado en el CREFAL de Pátzcuaro, Michoacán en conmemoración del LXVIII Aniversario del Día del Indio Americano, 19 de abril del 2008.

* Marcos Matías Alonso es Diputado Federal y Presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

Valoración: 
0
Sin votos (todavía)

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
This question is for testing whether or not you are a human visitor and to prevent automated spam submissions.