Servindi, 24 de marzo, 2009.- El Centro de Estudios Nelson Mandela (CENM) responsabilizó al Estado argentino por la muerte de 10 bebés indígenas en el Chaco.
El CENM denunció la "total" desatención sanitaria y social que sufren los pueblos originarios en el país.
"Las muertes se produjeron por causas evitables, asociadas a la falta de atención médica oportuna y a la ausencia de ayuda alimentaria de supervivencia, sostuvo el responsable del CENM, Rolando Núñez.
Agregó que las familias de las víctimas, que pertenecen a las comunidades Tobas y Wichís en el distrito de El Impenetrable, "ni siquiera reciben agua potable, por lo que consumen agua de charcos, y entonces sobrevienen las diarreas infantiles y las muertes por deshidratación".
Además, el especialista denunció el maltrato que sufren los aborígenes en los centros de salud de la localidad.
"Hay médicos que por no tocarlos ni siquiera los revisan, y medican al azar, por lo que muchas veces erran en los diagnósticos y lo que podría ser una patología controlable termina convirtiéndose en algo más grave, y potencialmente mortal", acusó.
"La situación de las comunidades aborígenes del Chaco no se modificó sustancialmente con respecto a lo que dos años atrás mostraron los informes periodísticos que sacudieron al país, y que exhibían a indígenas adultos y niños estragados por el hambre y el abandono", finalizó Núñez.
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