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México: Zirahuén y la Ingobernabilidad Ambiental

Por Bertha Dimas Huacuz*

La manera en que se está conduciendo el caso de la pretendida construcción de una carretera que circunde el lago de Zirahuén en su totalidad, representa un ejemplo más de la ingobernabilidad ambiental que se vive en los municipios rurales de Michoacán, México.

En realidad, del modo planteado, en lugar de alcanzar objetivos de beneficio social, tal y como argumentan los promotores de la obra, se están cimentando las condiciones para la irrupción focalizada de un nuevo conflicto social en nuestro estado; y favoreciendo la apertura de un resquicio sombrío para la explotación de los recursos naturales de la región. Nos permitimos, por lo tanto, compartir las siguientes consideraciones, complementarias a los antecedentes y elementos ya presentados en La Jornada Michoacán.

1. Contexto Municipal y de Impacto Ambiental

Primeramente, es inaudita la ligereza con la que se está tratando el asunto de la evaluación del impacto ambiental, conociéndose suficientemente, en base a los principios más elementales de la ecología, que la mencionada obra tendrá un impacto negativo tanto en el tejido social de las comunidades, como en la distribución de los costos y beneficios potenciales.

Sin embargo, la titular de la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente (SUMA) argumenta que el resultado del estudio ambiental fue positivo, esto es, sin afectaciones mayúsculas, tratándose de rehabilitación de infraestructura ya construida (La Jornada Michoacán, 22 de noviembre de 2008).

Es evidente que ella desarrolla apreciaciones superficiales, estáticas e incompletas al no estar basadas metodológicamente en escenarios factibles para los próximos 10-20 años, y considerar, por ejemplo, las proyecciones del incremento de tráfico vehicular, la expansión de construcción urbana y de actividad económica, el impacto de la plancha de asfalto sobre los escurrimientos hídricos, entre otros factores.

En este caso, también sería imprescindible que se abordara un enfoque integral de gestión de cuenca, el cual es esencial para el apropiado manejo de los recursos naturales y la promoción participativa del desarrollo rural.

Por otra parte, es de llamar la atención la incoherencia de las acciones emprendidas por algunos funcionarios de las diversas instituciones gubernamentales relacionadas con el caso. El mismo viernes 21 de noviembre, mientras que en Zirahuén se celebraba una reunión sobre la pretendida construcción de la carretera en cuestión, en un evento en Casa de Gobierno, organizado por las instituciones y organismos del sector ambiental estatal, se revelaban los resultados de un diagnóstico ambiental municipal.

Estos se enfocan de manera preponderante al manejo poco sustentable de los recursos forestales, la mala planeación territorial y la contaminación del agua y el suelo. (Tiene el 80 por ciento de los municipios michoacanos problemas de contaminación, La Jornada Michoacán, 22 de noviembre de 2008).

Y, mientras que el gobernador de la entidad enunciaba que era necesario pasar del diagnóstico a la acción: sobre el tema del agua, los bosques, la basura, y enfatizaba, que tenemos que actuar urgentemente, en Zirahuén los funcionarios presionaban, una vez más, a los comuneros para que aceptaran a ciegas las bondades (?) de la obra de infraestructura carretera.

2. Lecciones de los Estudios sobre el Cambio Climático

La exigencia de los comuneros de Zirahuén de que se realice un estudio integral de impacto ambiental sobre la obra en su conjunto (y no sólo del primer tramo), además de que el diseño de la obra y su ejecución sean conducidas con la participación de los habitantes, no representa una situación descabellada, sino la restauración de la gobernabilidad ambiental al ámbito local.

Más aún, si se aspira a sacar a Michoacán de los niveles dramáticamente bajos de desarrollo económico y social (nuestra entidad ocupa el lugar 28 en el contexto de las 32 entidades del país, de acuerdo con el Ãndice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, 2006-2007), un buen comienzo sería el asimilar las lecciones y el abordaje de huella de carbono contenidos en los estudios más recientes sobre el cambio climático, cuyos realizadores fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz 2007.

Se parte en este caso de la importancia de la conservación de la masa forestal estatal, recurso que se encuentra sistemáticamente amenazado por la tala clandestina en todas las regiones del estado, el despojo de tierras, y la conversión de los bosques naturales en plantaciones de monocultivos comerciales, como es el caso de la expansión del aguacate en la región de Zirahuén y la meseta purhépecha en general.

Y se considera además que las granizadas de Capula hace un año; los deslaves en carreteras, las comunidades de Aquila y la loma de Santa María; y las lluvias torrenciales e inundaciones, con pérdidas en cosechas, viviendas y los enseres domésticos de la gente pobre, son prueba de que la damnificación ya está plenamente asentada en Morelia y en el resto del territorio estatal.

Las lecciones del cambio climático incluyen, entre otras, que mientras todas las acciones del hombre representan un impacto ambiental, algunos sectores y personas dejan una huella ecológica mayor; que existe un nexo entre los impactos locales y las consecuencias globales, y viceversa; que el impacto de los fenómenos naturales están exacerbados de manera creciente por las obras y las omisiones de acción de la mano del hombre; que estos impactos son acumulativos, cada vez más severos y menos predecibles; que muchos de éstos son irreversibles, y pueden además conducir irremediablemente al aumento de riesgos de desastre; y que, en un mundo dividido y particularmente desigual (como México) existe una relación inversa entre responsabilidad y vulnerabilidad: los mayormente responsables de la degradación ambiental son menos vulnerables; y, los menos responsables, resultan ser los más vulnerables a los impactos de los desastres naturales y sus consecuencias.

Este enfoque señala un punto de partida para la formulación de los estudios de base y las acciones necesarias, verdaderamente sustentables y equitativas, para el desarrollo de los habitantes de la región del lago de Zirahuén.

3. Política Ambiental Fragmentada y Supeditada

Importante es también considerar que en México y Michoacán no existen políticas ni estrategias integrales de conservación ambiental, gestión de los recursos naturales y el desarrollo. Estas políticas, acciones e inversiones son generalmente fragmentadas, y al menos desde el sexenio gubernamental federal anterior se conciben y dictan desde las oficinas de la Secretaría de Turismo.

De este modo, la así denominada Ruta Tata Vasco es un ejemplo de despojo de bienes culturales y patrimonios naturales comunitarios en beneficio de unas pocas familias, las cuales recibieron apoyos y recursos desproporcionados para usufructo de carácter personal.

Zirahuén ha sido integrada a esta iniciativa turística externa, por lo que la amenaza de los desarrollos inmobiliarios por corporaciones e inversionistas privados y un flujo aumentado de vehículos y turistas contaminando suelos y fuentes de agua, incluyendo el lago, son parte del escenario a considerar.

De aquí los riesgos inminentes de las pretendidas modificaciones al uso del suelo con estos fines. Con el abordaje de pueblos mágicos, y de apoyos individuales para el establecimiento favorecido de rutas eco-turísticas y clusters de gastronomía tradicional y hostales rústicos y, sobre todo, en base a la experiencia histórica de Janitzio y el lago de Pátzcuaro en su totalidad, es poco alentador el desarrollo que se esperaría por este camino para los habitantes originarios del lago azul.

Para concluir, manifestamos nuestra solidaridad con los comuneros de Zirahuén, el bienestar de cuyas familias no debe nunca depender de decisiones corporativas externas, sino darse de acuerdo con los elementos de la sabiduría colectiva local, que en el terreno de la sustentabilidad no son obstáculo para el progreso. Con estas notas se busca también contribuir a prevenir la aparición de un nuevo conflicto comunal; esto en contraposición frontal a los intereses ajenos, las agendas de intermediarios externos, y la impericia evidente de las entidades de gobernación estatal y sus arreglos artificiales y promesas que desde luego no cumplen.

Para el zapatismo indígena de Michoacán, ¡la lucha sigue!

Barrio de San Pedro Urhépati, comunidad indígena de Santa Fe de la Laguna, Michoacán, México, a 24 de noviembre de 2008.

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*Bertha Dimas Huacuz es médica egresada de la Universidad Michoacana, especialista en salud pública por la Universidad de Harvard, y comunera de Santa Fe de la Laguna, Michoacán, México. Recibió el Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2004 (Opinión) y 2005 (Mención especial de derechos humanos).

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Comentarios

estoy de acurdo con el pronunciamiento, no es justo que se siga depredando el medio ambiente y su srecursos, sin control, nipoliticas sustentables y alargo plazo, parece que los unico que interesa es hacer busines, acosta de lo que sea. por ello es necesario poner un alto, involucra a las comunidades y orientarlas y educarlas para convivir con la naturaleza y aprovechar sus recursos en forma racional y ordenada. Michoacan hece 40 años era un paiso hy teinde ser seco, arido,el agua se acaba,ya no hay vegetacion extincion de plantas la fauna ya no es la misma. y tosdos somos moralmete rsponsables y termino con los sigiuente: En la Naturaleza no hay culpables ni castigos solo consecuencias". hagamos algo, reforestemos, adoptemoss un arbol, dejemos de consumir bolsas, apaguemos la luz, cosechemos agua de lluvia, no produzcamos basura, reciclemos, reutilicemos, no incedimos por favor, pensemos en que si nosotros fuesemos las plantas y animales que estan en su habitat.( En nuestra casa. nos prenden fuego que pasa? te lo dejo a tu conciencia.

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