Servindi, 20 de marzo, 2012.- En el marco de las celebraciones por el Día del Artesano Peruano, celebrado el 19 de marzo, la dirección Nacional de Artesanía otorgó el premio nacional Amautas de la Artesanía Peruana a la ceramista awajún del Río Cenepa, Tsetseg Chigkin Juwau; a Antonio Olave Palomino, imaginero cusqueño; y a Francisco Huatta Huatta, artesano textil de la isla de Taquile.
En la ceremonia de premiación, realizada el viernes 16 de marzo en el Instituto Riva Agüero, se entregaron medallas a cada uno de los ganadores y a sus representantes -en el caso de la ceramista awajún Tsetseg Chigkin-.
Al evento asistieron el Ministro de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), José Luis Silva Martinot, así como la Viceministra de Turismo, Claudia Cornejo, y el director del Instituto Riva Agüero de la Pontificia Universidad Católica del Perú, José de la Puente Brunke.
Tsetseg, maestra ceramista
“Tsetseg es la maestra ceramista más veterana de toda la cuenca del Cenepa, y con sus más de 80 años viene enseñando a las más jóvenes el significado de los antiguos diseños y la técnica de la cerámica”, afirmó Irma Tuesta, coordinadora nacional del Programa de la Mujer del Río Cenepa, quien junto a la maestra ceramista y alumna de Tsetseg, Dina Mujat, representaron a la veterana artesana.
Tuesta señaló que las nuevas generaciones de ceramistas siguen el ejemplo de Tsetseg, enseñando a las niñas el arte de la cerámica.
Expresando orgullo y agradecimiento, la representante awajún afirmó que el reconocimiento a Tsetseg “es el reconocimiento también al trabajo de la artesanía awajún del río Cenepa que desde hace muchos años vive motivando a sus hijas para mantener viva el arte y cultura de nuestro pueblo”.
La veterana ceramista es considerada como una gran artista y mujer por las comunidades del Río Cenepa. Trabajadora incansable, se empeña en lograr la perfección en sus creaciones; desde la obtención de las tierras más apropiadas para la cerámica, hasta el paciente ensamblaje de las piezas.
Conocida por ser una maestra apasionada y respetuosa de su arte, Tsetseg se ha convertido en un referente y ejemplo para las ceramistas.
"Todo lo que aprendí quiero que lo aprendan las mujeres, tienen que poner atención, concentración y paciencia para hacer esto. Si no, esa persona nunca aprenderá ni disfrutará al hacer la cerámica", suele decir Tsetseg.
Foto: Ana Uribe
Francisco Huatta, reconocido tejedor de Taquile
Francisco Huatta Huatta, artesano textil de Taquile, afirmó que los artesanos de su comunidad mantienen las costumbres que les han dejado sus antepasados.
“Cultivamos nuestro arte para el Perú, mostrándolos y atrayendo a los turistas” señaló el reconocido artesano.
El tejedor de Taquile aprendió de sus padres el arte textil característico de la isla, así como el significado de su iconografía y su cosmogonía. Con ese conocimiento, Huatta relata en sus tejidos la historia de su pueblo a través de símbolos, trascendiendo lo meramente estético.
Por la calidad de su arte textil, Huatta recibió del Congreso de la República la medalla “Juan Pablo Vizcardo y Guzmán” en 2002.
Foto: Ministerio de Cultura
Antonio Olave, maestro de la imaginería
A su turno, Antonio Olave Palomino, imaginero cusqueño, expresó su agradecimiento por el premio recibido.
“Si no hay artesanía peruana, ¿qué sería de nuestra vida en el arte?, la verdad, con este trabajo que hacemos cada uno en diferentes líneas nos sacrificamos unidos todos. Y enseñando también al mismo tiempo a otros ayudantes para que nos reemplacen más tarde”.
Antonio Olave nació en 1928 en Pisac – Cusco, es heredero de una tradición familiar de imagineros. Fue su tío don Fabián Palomino quien le transmitió los secretos de su arte.
Olave es creador de los famosos niños “manuelitos” de ojos de cristal almendra con rasgos andinos.
El artista preserva técnicas tradicionales de los siglos XVII, XVIII y XIX, por todo ello, ha ganado premios en Perú y el extranjero. Fue reconocido como “Tesoro Humano Viviente de la Nación” en 2009.
Foto: IDESI
El Premio "Amautas de la Artesanía Peruana"
El objetivo del premio "Amautas de la Artesanía Peruana" -establecido en el artículo 28º de la Ley 29079-, es reconocer y estimular a los maestros artesanos "por la importancia de su obra y por sus aportes a la conservación de la tradición artesanal del país, especialmente a través de la transmisión de sus conocimientos a otros artesanos, en los niveles local, regional, nacional e internacional”, precisa el portal de artesanías del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.
Exposición de ganadores
Al final del evento, se inauguró en el segundo piso del instituto Riva Agüero, una exposición con los trabajos de los artistas premiados.
La muestra está abierta a partir del19 de marzo hasta mayo. El ingreso al museo es de s/.2 nuevos soles para adultos y s/.1 nuevo sol para estudiantes, niños y jubilados.
El local del Museo de Artes y Tradiciones Populares del Instituto Riva Agüero se encuentra en el jirón Camaná 459, Lima.
Foto: Iván Herrera (Servindi)
Foto: Iván Herrera (Servindi)
Comentarios
Me parece que es la mejor iniciativa y muestra de las instituciones como el Instituto Riva Agüero-PUCP fomente la revaloración de las artesanías indígenas de la amazonía peruana. Hay pocas iniciativas como ésta, el de reconocer sus aportes artísticos, creo que, es el momento en que las instituciones del Estado también promuevan el arte indígena, es decir, sus músicas, sus cantos típicos, sus cerámicas y otros, porque todo ello es la expresión de su valor inmaterial que compone su cultura, a pesar de su importancia no solo para los indígenas, sino para todo el pueblo peruano, el arte indígena siempre ha sido invisibilizado.
Me apena que cuando realizan estos tipos de eventos muy poca gente asisten, y qué lástima que ninguna persona sea indígena o no comenten sobre este asunto, pero sí somos buenos en criticar e insultar cuando alguien desarrolla su lado artístico de cualquier indígena amazónico, tampoco sabemos apreciar ni valorar el arte indígena.
Pero también entiendo de que si alguien no entiende lo que es el arte: cerámica, cantos, músicas, danzas y otros, pueden opinar con criterio, sino, solamente insultar, es lo común de la gente, porque para ser un artista hay que tener un don, hacer la música hay que tener ese espíritu y el corazón para hacer, el arte es una actividad de creatividad, de imaginación, de sueño y de pasión, que parte de una realidad, en este sentido, debo felicitar a la institución que ha promovido el reconocimiento del arte indígena amazónico y andino.
Mis felicitaciones al dukúg Tsetség por cultivar el arte awajún, y también a los hermanos y hermanas de la cultura andina.
Abrazos a cada uno de Uds.
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