Por José Miguel Jaque
La Nación, 4 de abril 2008.- El etnolingüista Óscar Aguilera lleva más de 30 años ligado a una de las culturas más antiguas del país y busca que la lengua kawésqar no desaparezca, como ha pasado con otros idiomas.
Piensa antes de contestar: ¿por qué dedicar su vocación de lingüista a la comunidad kawésqar? Hasta que encuentra la respuesta: "Es una lengua no descrita. Nadie había incursionado en ella"
, explica y profundiza: "En el mundo se hablan actualmente más de seis mil setecientas lenguas de las cuales desaparece una cantidad fabulosa a cada rato. Cuando desaparece una, desaparece una visión del mundo, el conocimiento, es como si uno borrara una parte del territorio en un mapa".
Su respuesta no sólo apunta a la razón de por qué hace lo que hace. También da en la clave de su importancia: el rescate de una de las culturas más antiguas del país y que, según reconoce, parece destinada a desaparecer. "¿Cuántos quedan? En Puerto Edén hay entre nueve o diez personas de los cuales sólo cinco manejan la lengua cotidianamente".
El profesor ha destinado más de 30 años a rescatar y revitalizar la lengua kawésqar. Ese trayecto lo comenzó en 1975 -fecha en que viajó por primera vez a Puerto Edén- con un proyecto de investigación de la Universidad de Chile. Ha sido un trabajo con diversos frutos: manuales para aprender la lengua, un diccionario español- kawésqar y otro kawésqar-español, cuya primera parte, de la letra A hasta la H tiene 500 páginas.
También creó el primer léxico kawésqar que se publicó: un pequeño diccionario de mil y tantas palabras. Es un lenguaje complejo. Un ejemplo: existen 32 maneras de decir "aquí". "Es un 'aquí en la isla', 'aquí es un terreno empinado'... Son muy precisos en la localización . Cuando dicen 'yo vivo en tal parte', dan toda la topografía", explica.
Hoy está inmerso en un nuevo desafío. Trabajó siete meses elaborando un archivo sonoro con la comunidad kawésqar de Puerto Edén, el único lugar donde aún se habla la lengua cotidianamente, y que está en un plan de recuperar la lengua para los kawésqar que no la hablan. "Es como haber descubierto una biblioteca", comenta.
"Estamos recopilando la tradición oral: cuentos, mitos, relatos de viaje que muestran aspectos que no se conocen... y que no se conocerán hasta que lo publiquemos", advierte. No hay fecha para llegar a la meta: son siete meses de grabación y cada relato diario dura dos horas.
Trascribirlo y traducirlo no es fácil: imagínese... es un corpus kawésqar. Es una tarea inmensamente larga. No sabemos si van a ser seis años, diez años, o si voy a estar vivo para terminarlo".
De los kawésqar se sabe poco. Aguilera cuenta que es un pueblo nómade marítimo, pero no se sabe cómo era esa vida nómade: el archivo sonoro contiene las respuestas.
También apunta a crear una ONG. En una idea en la que están comprometidos una 30 personas, entre ellas, la fotógrafa Paz Errázuriz, quien el año pasado presentó su libro "Kawésqar, hijos de la mujer sol" donde en más de 50 fotografías mostró su mundo a través de retratos de sus integrantes.
"Buscamos que gente de Puerto Edén tenga acceso al proyecto para ampliar las posibilidades de que un grupo de profesionales ahonde en su cultura. No queremos que se pierda", concluye.
Fuente: La Nación.cl
Comentarios
Me parece una obra de vida, tarea hermosa de proteger una de las lenguas mas antiguas de America Latina. Lo felicito al profesor Oscar Aguilera y espero que de vez en cuando se publiquen noticias sobre sus avances en este proyecto.
Saluds desde Holanda!
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