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5 pasos para incluir la gestión de riesgos en proyectos de infraestructura

Cinco pasos para incluir la gestión de riesgos de desastres en proyectos de infraestructura

Por Daniela Zuloaga

BID, 27 de marzo, 2019.- La palabra Desastre viene del griego – DES – “sin” y ASTRUM – “estrella” o “mala estrella”, indicando un mal augurio, mientras que la palabra Resiliencia- viene de RE- “reiteración” y SILIENCIA – “salir” – que implica la cualidad de volver a salir adelante. En el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estamos comprometidos a que los proyectos, aún expuestos a desastres, se conviertan en proyectos RESILIENTES.

La región de América Latina y el Caribe está expuesta a diversos riesgos de desastres por amenazas naturales, incluyendo los efectos del cambio climático. Solo en 2017 ocurrieron inundaciones en Perú que dejaron más de 3.1 billones de pérdidas económicas, inundaciones en Colombia, terremotos en México, huracanes en el Caribe e incendios forestales en Chile.

El BID, alineado con su política de gestión de riesgos de desastres y con la resolución de la Asamblea de Gobernadores en Las Bahamas de aumentar el financiamiento para el Cambio Climático, ha estado trabajando en una metodología gradual y escalada para incluir de forma sistemática la gestión de riesgos de desastres y cambio climático en proyectos de infraestructura a través de cinco pasos durante la preparación e implementación de un proyecto.

1. El primer paso es lo que llamamos Screening, a través del cual se examina a primera vista (utilizando herramientas de Sistemas de Información Geográfica – SIG) si el proyecto a ser financiado se encuentra expuesto a amenazas naturales – geofísicas y/o hidrometereológicas (incluyendo efectos del cambio climático). Con este primer vistazo se observa cuáles son las principales amenazas que podrían ocurrir en la zona del proyecto.

2. El segundo paso consiste en estimar la criticidad y vulnerabilidad del proyecto a grosso modo. En este paso se reflexiona sobre las características generales de la infraestructura que el proyecto financiará, por ejemplo:

  • ¿Cuál es la envergadura del proyecto?
  • ¿Cuáles son las características físicas de la infraestructura?
  • ¿Cuántas personas serán abastecidas por el servicio de la infraestructura?

Al reflexionar sobre estas preguntas se puede dimensionar la criticidad y vulnerabilidad del proyecto frente a amenazas naturales. Este paso sirve para completar la visión dada por el primer paso y así asignar al proyecto una clasificación del riesgo de desastres para priorizar y escalar esfuerzos posteriores a la hora de realizar un análisis de riesgo de desastre.  Este paso ayuda a priorizar los proyectos más críticos.

3. El tercer paso, “La Narrativa de Riesgo”, pretende reunir todas las consideraciones de reducción o gestión del riesgo procedentes de estudios previos existentes que ya hayan sido incorporadas en el diseño del proyecto, e identificar posibles brechas que tengan que ser atendidas. Este paso es importante ya que antes de proceder a realizar estudios complejos se debe revisar lo existente, ya que muchas veces ya se ha pensado en medidas. De esta manera se asegura que los recursos de preparación del proyecto sean usados de una manera eficiente. Para los casos en los que no se tiene la certeza de que el proyecto ha incorporado todos los aspectos necesarios para hacer frente a eventos naturales existe el cuarto paso.

4. El cuarto paso consiste en realizar un análisis cualitativo de riesgo. Este análisis puede incluir un “taller de modos de fallo” para evaluar todas las maneras posibles en las que podría fallar dicha infraestructura por amenazas naturales, y en el cual deberían participar oficiales del gobierno nacional y/o local de ser el caso, la firma de ingeniería, y el experto(a) en riesgo de desastres y/o cambio climático. Esta evaluación permite obtener un análisis cualitativo formal y estructurado de riesgo aprovechando el conocimiento local y la experticia de especialistas de la ingeniería y el riesgo, y proponer medidas de reducción del riesgo.

5.Finalmente, si aún existen temas que conllevan gran incertidumbre y representan un riesgo importante para el proyecto, entonces se procede al quinto paso – la evaluación cuantitativa. Este paso final implica realizar un estudio a mayor profundidad para evaluar y modelar los temas particulares del proyecto que requieren ir más allá de un análisis cualitativo. Este paso consiste entonces en cuantificar el riesgo en términos de daños esperados y pérdidas económicas y de vida esperadas (si es el caso). Esto implica:

  • Modelar las amenazas siguiendo métodos y técnicas aceptadas según el tipo de amenaza;
  • Modelar la vulnerabilidad de la(s) infraestructura(s) expuesta(s) utilizando métodos ingenieriles y;
  • Calcular los daños y pérdidas correspondientes.

Sobre la base de esta evaluación del riesgo, se deben proponer medidas estructurales y no estructurales para reducir el riesgo, las cuales deben ser evaluadas cuantitativamente de la misma manera para así poder determinar su efectividad.

Estos cinco pasos tienen como fin identificar y evaluar los riesgos de desastres y cambio climático de un proyecto para así informar el diseño y también las etapas de construcción y operación.

Los invitamos a leer el documento Resumen Ejecutivo de la Evaluación del riesgo de Desastres y Cambio Climático: Documento técnico de referencia para equipos a cargo de proyectos del BID (españolinglés), Trabajemos juntos para obtener proyectos más resilientes y duraderos en el largo plazo.

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Fuente: BID Mejorando Vidas: https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/riesgos-en-proyectos-de-infraestructura/

 

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