
Servindi, 22 de abril, 2023.- Con un llamado a aprender de la sabiduría, los conocimientos y el liderazgo acumulados durante largo tiempo por los pueblos indígenas, el secretario general de las Naciones Unidas llamó a reflexionar en el Día Internacional de la Madre Tierra.
Los pueblos originarios “con una gestión ambiental que se remonta a milenios, tienen muchas de las soluciones a las crisis climáticas y de biodiversidad del mundo” explica Guterres.
Y es que el modelo de producción y consumo dominante en el mundo viene destrozando bosques, selvas, tierras agrícolas, humedales, océanos, arrecifes de coral, ríos, mares y lagos.
La biodiversidad se está desmoronando, con un millón de especies al borde de la extinción. “Debemos poner fin a estas guerras sin tregua ni sentido contra la naturaleza” enfatiza Guterres.
Nos enfrentamos a una maquinaria destructiva planetaria que nos lleva a un consumo desmedido y a un crecimiento sin límites que destruye las fuentes de vida: este sistema se llama capitalismo y es irracional y atenta contra toda forma de vida.
La crisis climática es una consecuencia de ello. El calor extremo, los incendios forestales, las inundaciones y otros eventos climáticos ya afectan a millones de personas.
El extractivismo, las pandemias, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta.
La deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre son actividades ilegales que vencen las capacidades de los Estados para sofrenarlos, si acaso tuvieran auténtica voluntad política de enfrentarlos.
En el Día Internacional de la Madre Tierra es menester reflexionar que revertir la tendencia destructiva mundial pasa por empoderar a la ciudadanía y fortalecer el protagonismo de aquellos sectores con voluntad y capacidad de cambio.
Las mujeres, la juventud, la adolescencia y la niñez son los actores protagónicos de un gran cambio necesario y quizás, aun posible.
Las generaciones adultas con conciencia deben intensificar sus esfuerzos para contribuir a que las nuevas generaciones puedan convetirse en sujetos políticos con capacidad de acción eficaz.
En esta empresa política es imposible que esté toda la humanidad. Siempre estarán allí los negacionistas, los conservadores, los políticos mediocres y estúpidos que no ven más allá que sus intereses mezquinos y prebendas del día.
Que esta fecha sirva para recordarnos que tenemos una hermosa misión civilizatoria en defensa de todas las formas de vida y de los ecosistemas que permiten la diversidad.
Generemos conciencia acerca de la salud de nuestros ecosistemas de la cual depende la salud de nuestro planeta y de sus habitantes.
Para eso necesitamos preparar un gran cambio hacia un modelo armonioso con la naturaleza y donde el bien común sea el principio que guíe nuestras acciones.
¡Unámonos al movimiento mundial para defender y restautar la madre Tierra!
Mensaje del Secretario General 2023En el Día Internacional de la Madre Tierra reflexionamos sobre la relación más importante de la humanidad: nuestra relación con el mundo natural. Desde el aire que respiramos y el agua que bebemos hasta el suelo del que nos alimentamos, la salud de los seres humanos depende de la salud de la Madre Tierra. Y, sin embargo, parece que estemos empeñados en destruirla. Nuestras acciones están destrozando bosques, selvas, tierras agrícolas, humedales, océanos, arrecifes de coral, ríos, mares y lagos. La biodiversidad se está desmoronando, con un millón de especies al borde de la extinción. Debemos poner fin a estas guerras sin tregua ni sentido contra la naturaleza. Tenemos los instrumentos, los conocimientos y las soluciones necesarios. Pero debemos actuar con mayor presura. Necesitamos acelerar la acción climática con reducciones más fuertes y rápidas de las emisiones a fin de limitar a 1,5 ℃ el aumento de la temperatura mundial. También debemos incrementar radicalmente las inversiones en adaptación y resiliencia, en particular para los países y las comunidades más vulnerables, que son los que menos han contribuido a la crisis. Unos ecosistemas saludables, desde los océanos y los ríos hasta los bosques y las praderas, también son fundamentales en nuestra lucha contra el cambio climático. Pongámonos manos a la obra para aplicar el acuerdo histórico de las Naciones Unidas sobre biodiversidad y asegurarnos de que el 30 % de la tierra y el agua del planeta estén protegidas para 2030. A cada paso, los gobiernos deben marcar la pauta. Pero las empresas, las instituciones y la sociedad civil también desempeñan una función crucial. Por último, debemos aprender de la sabiduría, los conocimientos y el liderazgo acumulados durante largo tiempo por los Pueblos Indígenas, los cuales, con una gestión ambiental que se remonta a milenios, tienen muchas de las soluciones a las crisis climáticas y de biodiversidad del mundo. En este Día de la Tierra, insto a las personas de todo el mundo a que alcen la voz —en las escuelas, los lugares de trabajo y las comunidades confesionales y en las plataformas de medios sociales— y exijan a sus dirigentes que hagan las paces con la naturaleza. Cumplamos con la parte que nos corresponde para proteger nuestro hogar común en interés de la humanidad y el planeta, y para las generaciones venideras. António Guterres |
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