
«Considero que el aporte de la obra es abrir la posibilidad de repensar el derecho ambiental a la luz de una perspectiva de complejidad que se deja entrever. Esfuerzos de esta naturaleza nos permitirán tener abordajes más sistémicos como interdisciplinarios y avizoramos en futuro perspectivas indisciplinarías» afirma Rodrigo Arce Rojas al comentar la obra del Dr. Pierre Foy presentada el jueves 11 de junio.
Pierre Foy es abogado de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y doctor en Derecho. Máster en Derecho Ambiental por la Universidad del País Vasco y la PUCP.
Asimismo, consultor y asesor en Derecho Ambiental, investigador, docente nacional y extranjero, así como autor de diversas obras de su especialidad. Miembro de la Asamblea de INTE-PUCP y coordinador del grupo de Investigación en Derecho Ambiental (GIDAMB).
Comentarios en la presentación del libro “La Investigación en el Derecho Ambiental. Hacia una Metodología de la Investigación para la disertación Jurídica Ambiental (MIJA)” del Dr. Pierre Foy Valencia.
Por Rodrigo Arce Rojas*
Muchas gracias al Dr. Pierre Foy Valencia por invitarme como comentarista en la presentación del libro “La Investigación en el Derecho Ambiental. Hacia una metodología de la investigación para la disertación jurídica Ambiental (MIJA)”
Lo primero que debo señalar que una cosa hubiera sido hacer la presentación del libro antes de la cuarentena producto de la pandemia y otra cosa es hacerlo en plena cuarentena porque nos ha permitido hacer grandes reflexiones. Esto me trae a la memoria una famosa expresión de Mario Benedetti que nos decía que “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, me cambiaron todas las preguntas”. Esto porque hemos podido apreciado la necesidad de hacer un giro ontológico desde el ser humano como sujeto consumidor a un sujeto epistémico solidario y colaborativo, capaz de crear y recrear conocimiento.
Destaco la importancia de reconocer que no todo lo ambiental se reduce estrictamente a lo que en términos convencionales se considera a lo biofísico. En efecto, hay formas ampliadas de entender lo ambiental desde una perspectiva más integral como el enfoque socioecosistémico. Además, reconoce el Dr. Pierre Foy, que la realidad tampoco “facilita” hacer recortes unidimensionales precisos porque lo socioecosistémico presenta una realidad desbordante. Reconoce que lo hacemos por necesidad o una estrategia metodológica que tienen sus ventajas, pero también sus limitaciones.
En la obra del Dr. Pierre Foy se da cuenta que en el derecho ambiental hay muchos términos que son polisémicos tales como el ambiente, el daño ambiental, la contaminación, los impactos ambientales, la naturaleza, al cual podríamos incluir al desarrollo sostenible. La plasticidad de estos conceptos también está motivada por intromisiones ideológicas y económicas.
Aunque el concepto de recursos naturales está institucionalizado y normalizado habría que reflexionar sobre el origen del concepto y cuáles son sus repercusiones porque tratar a la naturaleza lo cosifica y lo hace susceptible de mercantilización. De otro lado legitima una ontología disyuntiva que separa al ser humano de la naturaleza. Tanto el concepto de recurso natural como el de capital natural forman parte de una visión economicista de la realidad.
Tanto el concepto de recurso natural como el de capital natural forman parte de una visión economicista de la realidad.
Habrá que preguntarse qué tanto la oposición naturaleza-cultura se sostiene. Hay quienes hablan del mito de la naturaleza como del mito de la cultura y las fronteras cada vez se hacen más borrosas aun cuando se hable de la humanidad como una sobre naturaleza. Al margen de los atributos que se suponen exclusivamente humanos nosotros mismos somos naturaleza y la mejor demostración de ello es que la vida humana es posible porque desarrollamos relaciones simbióticas con bacterias y virus que forman parte constitutiva de nuestra condición de seres humanos. Este tema es crucial para abordar los derechos de la naturaleza.
La pandemia ha venido a acelerar un proceso que ya se estaba desarrollando que es repensar el mundo para salir de una perspectiva mercadocéntrica o Estadocéntrica a un enfoque biocéntrico donde el respeto a la vida, en todas sus manifestaciones, es fundamental.
Un aspecto interesante a resaltar en el libro es la apertura hacia diferentes formas de conocimiento que coincide tanto con el pensamiento complejo como con la ecología de saberes de Boaventura de Sousa Santos. Esta predisposición a las diferentes fuentes de conocimiento da lugar a reconocer la importancia del diálogo y la traducción intercultural.
En tal sentido puede reconocer nítidamente la importancia de incorporar enfoques de investigación interdisciplinarios y transdisciplinarios, aunque plantea que la transdisciplinariedad no se ha convertido en el medio como una práctica.
Dr. Pierre Foy Valencia
Hablar de multidisciplinariedad implica juntar perspectivas disciplinarias e integrarlas. Es un avance respeto a enfoques reductivamente disciplinarios. La interdisciplinariedad implica la capacidad de entrar en un diálogo en el cual estamos dispuestos a revisar nuestros marcos epistemológicos, ontológicos, teóricos y metodológicos para abordar problemas complejos. Aunque el enfoque es totalizador lo que se busca es identificar los aspectos clave, los factores críticos, los atractores, los estados de fase para un mejor abordaje, ello en función al reconocimiento de la incompletud del conocimiento.
Una revisión de los métodos de investigación en derecho ambiental con ejemplos de estudios realizados da cuenta que cada vez más las fronteras disciplinarias son borrosas y que existe la necesidad de una mayor apertura para tratar con perspectivas interdisciplinarias.
Resulta difícil pretender una postura apolítica en tanto las dificultades reales de la neutralidad. No hay objetividad pura como subjetividad pura en tanto objeto y sujeto se codeterminan mutuamente. Además, el conocimiento se construye intersubjetivamente. Lo que es importante es no perder de vista que el rol fundamental del derecho ambiental es mejorar las relaciones de convivencia humana y de los seres humanos con la naturaleza. Por ello valoro el hecho que se ponga de relieve las consecuencias de la inefectividad del derecho.
En este sentido, se valora el hecho que se reconozca que un contrato no significa que todo se compra y se vende, sino que también hay que reconocer a la existencia de otros valores como los ambientales asociados a la solidaridad y respeto a lo transgeneracional. Asimismo, el reconocimiento de los valores interculturales lo que da pie a tratar el tema ambiental desde lo consuetudinario. Esta perspectiva ya se aprecia desde la antropología jurídica y desde la economía ecológica.
La obra da pie para una serie de aproximaciones metodológicas como: I) interacciones sociedad-naturaleza (que da cabida a una aproximación socioecosistémica), II) teoría Actor Red, y III) los enfoques de tercer mundo que encuentran sintonía con la ecología de saberes como parte de la propuesta de epistemologías del sur de Boaventura de Sousa Santos.
Se destaca el desafío a la innovación tecnológica y conceptual que integre enfoques sistémicos. Hablar de un sistema jurídico implica tomar en cuenta lo que un implica un sistema y específicamente un sistema complejo. Un sistema complejo refiere a un conjunto diverso y heterogéneo de elementos tangibles e intangibles que están interrelacionados, es decir, son interdependientes y son interdefinibles. Estos sistemas son abiertos e interactúan activamente con el entorno con el que establecen relaciones de mutua influencia.
Un gran aporte refiere a la recopilación de los múltiples principios del derecho ambiental. Es una tarea pendiente para otros estudios que lleven a un trabajo taxonómico de categorización no con un afán reductivo sino interpretativo y propositivo.
Considero que el aporte de la obra es abrir la posibilidad de repensar el derecho ambiental a la luz de una perspectiva de complejidad que se deja entrever. Esfuerzos de esta naturaleza nos permitirán tener abordajes más sistémicos como interdisciplinarios y avizoramos en futuro perspectivas indisciplinarías.
El mundo académico está tratando los grandes temas de manera integradas tales como las ciencias de la vida, ciencias del espacio, ciencias de la complejidad, ciencias de materiales, ciencias cognitivas, entre otras. En esa perspectiva hacemos un giro ontológico desde la disciplina como centro a considerar los grandes problemas de la humanidad como centro en torno al respeto a la vida. Muchas gracias.
Referencia bibliográfica:
- Foy Valencia, Pierre. 2019. La Investigación en el Derecho Ambiental. Hacia una metodología de la investigación para la disertación jurídica Ambiental (MIJA). Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. Instituto de Ciencias de la Naturaleza, Territorio y Energías Renovables (INTE-PUCP). 172 p.
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*Rodrigo Arce Rojas es Doctor en Pensamiento Complejo por la Multiversidad Mundo Real Edgar Morin de México. Su correo es rarcerojas@yahoo.es
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— Servindi (@Servindi) September 13, 2019
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