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Acerca de la reforestación como respuesta a la deforestación

Vivero de plantas autóctonas en el parque protegido de Gunung Leuser, en Indonesia. Foto: Laura Villadiego. Fuente: Climática.lamarea.com

Por Rodrigo Arce Rojas*

7 de marzo, 2023.- Aunque de primera impresión la reforestación como respuesta a la deforestación suena lógico y sensato la propuesta tiene algunos problemas de concepción. Primero porque hay que diferenciar dos situaciones, una primera que hace referencia a la reposición forestal en bosques naturales y la segunda que alude a las áreas que anteriormente ya fueron deforestadas.

Cuando se trata de extracción en bosques naturales lo más importante es la gestión silvicultural para favorecer en un principio el manejo de la regeneración natural en sus diferentes estadios (brinzales y latizales). Para estos casos la reforestación sólo es una medida silvicultural complementaria, pero nunca la principal. Luego se complementa con otras técnicas silviculturales orientadas a favorecer la recuperación de la composición, estructura y funciones de los bosques.

Ello por lo que se trata es de mantener en lo posible la complejidad de los bosques tropicales. Eso de “plantar 10 árboles por cada árbol extraído (del bosque natural)” es voluntarioso pero no resuelve el tema de garantizar la integridad y continuidad de los bosques naturales en cuanto a su estructura y sus funciones. Es decir, mantener su capacidad para seguir brindando sus bondades pero a la vez asegurar su capacidad de resiliencia, evolución y coevolución.

La reforestación principalmente se aplica para casos donde ya no hay bosques (porque antes han sido deforestados) o históricamente nunca ha habido, en este último caso recibe el nombre específico de aforestación. En estos casos bienvenidas las plantaciones con millones de árboles inclusive, no obstante, hay que cuidar de contar con diseños inteligentes para que no sean monocultivos o desiertos verdes si no que configuren espacios biodiversos. Todo depende si son plantaciones dedicadas a la conservación, recreación o aprovechamiento comercial pero en todos los casos los principios ecológicos no deben estar subordinados a los principios económicos como suele suceder. Estos bosques mixtos no sólo
son importante para hacer frente al cambio climático, mejorar la disponibilidad del agua (cuando se planifica cuidadosamente) sino también para contar con espacios que favorezcan la conservación de los polinizadores que están siendo fuertemente amenazados por las actividades humanas.

Respecto a los bosques naturales hay problemas de manejo que en la mayoría de los casos no asegura una sustentabilidad ecológica, salvo honrosas excepciones. Al hecho que gran parte de la flora no es conocida en términos botánicos, por tanto su ecología, se suman una serie de problemas que están ligados al diámetro mínimo de corta, el bajo uso de las parcelas de crecimiento para definir científicamente intensidades de aprovechamiento, el débil tratamiento de la parte genética, entre otros aspectos.

A ello se suma la debilidad institucional respecto a garantizar la sustentabilidad ecológica por la primacía de intereses económicos en el marco de mercantilización de la naturaleza. En el Perú cumplir la ley no necesariamente garantiza la sustentabilidad ecológica como el mismo OSINFOR lo reconoce.

La figura 1 muestra los principales problemas del manejo forestal en Perú referidos por Dourojeanni (2019: 52-53).

Principales problemas del manejo forestal en el Perú

Fig. 1: Principales problemas del manejo forestal en el Perú. Fuente: Dourojeanni, 2019

Por ello lo más prudente, aunque no siempre es considerado como un buen criterio de toma de decisiones, sería que los bosques naturales se dediquen fundamentalmente a los llamados servicios ecosistémicos para aprovechamiento de bosques de árboles en pie. En ese caso la madera tendría que salir de plantaciones forestales adecuadamente manejados, que no afecten los derechos indígenas, la biodiversidad local y las cuencas hidrográficas.

No es sensato cambiar la biodiversidad forestal natural por plantaciones forestales por más rentables que puedan parecer (o efectivamente serlo). De hecho en el Perú ha habido experiencias de “reforestación” cambiando bosques nativos por plantaciones forestales. Esto es un despropósito tomando en cuenta que afecta la biodiversidad cuya pérdida resulta muy dramático.

Consecuentemente la propuesta de reforestación obligatoria para combatir la deforestación es muy limitada. Lo que habría que exigir a las autoridades son las siguientes propuestas.

  1. Si se va a continuar realizando manejo forestal en bosques naturales que se haga siguiendo altos estándares internacionales para asegurar la sustentabilidad total, incluyendo la sustentabilidad ecológica. La certificación forestal va en esa dirección.
     
  2. Promover el aprovechamiento sostenible de bosques naturales a partir de bosques en pie con énfasis en los llamados servicios ecosistémicos.
     
  3. Promover la reforestación de áreas previamente deforestadas (cuidando que no se convierta en un incentivo para la deforestación) y la aforestación que corresponde a áreas que nunca tuvieron cubierta forestal pero que podrían tenerla con las consideraciones adecuadas.
     
  4. Promover el concepto y la práctica de sistemas agroforestales articulados al paisaje para desarrollar formas de convivencia entre lo silvestre, lo cultivado, lo doméstico, lo social, lo cultural y político en el marco de gestión de paisajes forestales sostenibles.

Para que esto sea posible se requiere una institucionalidad forestal diferente que trabaje con enfoque de bioética forestal y supere su visión antropocéntrica y de colonización y mercantilización de la naturaleza. Implica reconocer los derechos de la naturaleza, el valor intrínseco de la vida de los bosques y la felicidad de los bosques con tanta importancia que el bienestar humano en perspectiva de derechos bioculturales. Pero también se requiere profesionales profundamente comprometidos con la sustentabilidad ecológica de los bosques y que lo valoren no sólo por su utilidad sino también por sus valores intrínsecos. El respeto a la vida en todas sus manifestaciones.

Referencia

Dourojeanni, M. (2019). Amazonía peruana ¿Qué futuro?. Lima, Perú: Fondo Editorial de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle y Fundación Peruana para la Conservación de la Naturaleza (Pronaturaleza). 229 p.

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*Rodrigo Arce Rojas es Doctor en Pensamiento complejo por la Multiversidad Mundo Real Edgar Morin. Correo electrónico: rarcerojas@yahoo.es

 

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