
El último amotinamiento, en el penal Miguel Castro Castro, dejó 9 muertos y muchos heridos, entre trabajadores, policías y reos. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos se pronunció frente a los actos de violencia y la vulnerabilidad de los internos frente al CoVID-19.
Servindi, 29 de abril, 2020.- El lunes 27 de abril se realizaron hechos violentos y motines en los penales de Huancayo, Ica, Chiclayo y “Miguel Castro Castro” (en Lima), con 9 internos muertos y 67 heridos en este último.
Frente a la grave situación de las Personas Privadas de Libertad (PPL) por la emergencia del CoVID-19, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) emitió un pronunciamiento para las autoridades competentes y la opinión pública.
En el comunicado se señalan cinco puntos que evidencian la situación de los internos y su vulnerabilidad frente al CoVID-19. A la fecha, la cifra de contagiados alcanza a 645 internos a nivel nacional.
Las malas condiciones de hacinamiento en que viven 95 548 internos -según datos del Instituto Nacional Penitenciario-, sumando la grave salud del 55% de ellos a nivel nacional, aumentan la posibilidad de contraer el CoVID-19.
Asimismo, el impacto de la pandemia en penales se hace más crítica. Según medios de comunicación, en los penales se habrían aplicado 1 107 pruebas rápidas. Más del 50 por ciento dieron positivo.
Por otra parte, la falta de información e incertidumbre vienen generando malestar en los internos, sus familias, y también en los trabajadores penitenciarios. En los meses de marzo y abril, se han generado 10 motines a nivel nacional.
Los penales de Río Seco (Piura), Picsi (Lambayeque), El Milagro (La Libertad), Ancón 1 y 2 (Lima), Yanamilla (Ayacucho), Huamancaca (Junín) y Castro Castro (Lima) han provocado el fallecimiento de 14 personas, y más de 45 heridos.
Asimismo, el comunicado aseguró que es responsabilidad del Estado peruano garantizar la vida, integridad y salud de las Personas Privadas de Libertad (PPL).
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos recomienda "adoptar medidas para enfrentar el hacinamiento de las unidades de privación de la libertad, incluida la reevaluación de los casos de prisión preventiva…".
En otra situación, el personal penitenciario también se encuentra en vulnerabilidad. El 26 de abril, el jefe del INPE Gerson Villar Sandy, comunicó que 179 trabajadores dieron positivo en CoVID-19.
El Sindicato de Trabajadores Penitenciarios señala que “estamos en una situación de absoluto abandono” pues las 13 000 pruebas rápidas prometidas no se han realizado, ni se ha ofrecido explicación sobre el avance de estas.
Considerando la gravedad de la situación de los penales y la alta vulnerabilidad de las Personas Privadas de Libertad a contraer el COVID-19, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos propone:
Lima, 28 de abril del 2020 |
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El Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE) informó que un agente penitenciario y cuatro internos del Penal del Callao (Sarita Colonia) dieron positivo a la prueba de #Coronavirus. pic.twitter.com/3UpK3M49Ij— Servindi (@Servindi) April 5, 2020
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