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Donald Trump ataca a demócratas y nativos

En el inicio de la campaña presidencial, Donald Trump insultó a la candidata demócrata Elizabeth Warren y se burló de sus rasgos indígenas. Asimismo, su administración construye un muro fronterizo en Arizona que destruiría territorio ancestral y sagrado de los pueblos nativos norteamericanos.

Por José Díaz

Servindi, 24 de febrero, 2020.- La campaña electoral en los Estados Unidos ha empezado y el presidente Donald Trump, quien persigue la reelección con el Partido Republicano, ha vuelto a usar su artillería racista y discriminadora. Esta vez, el presidente norteamericano uso expresiones racistas sobre los nativos americanos para ofender a una de sus contrincantes demócratas, senadora Elizabeth Warren.

Durante un mitin en Las Vegas (Nevada), Donald Trump ofendió a Warren al decir que ella se considera indígena por tener “pómulos marcados”. De esta manera, Trump se burló de su contrincante demócrata luego del debate entre los candidatos del Partido Demócrata ocurrido el pasado miércoles.

Estas burlas se suman a las que Trump ha dicho previamente, como comparar a Elizabeth Warren con el icónico personaje indígena Pocahontas. De esta manera, el candidato republicano se burla de eventos históricos referidos al genocidio indígena ocurrido en los Estados Unidos durante los siglos XVIII, XIX y XX.

Debido a sus expresiones ofensivas contra las comunidades nativas norteamericanas, diversos líderes indígenas han llamado “racista” a Donald Trump. El pasado fin de semana, un grupo de jóvenes nativos de Dakota convocó a los nativos norteamericanos a participar de estas elecciones y evitar la reelección del actual presidente.

Destruyen monumento nativo

En medio de esta polémica, la administración de Donald Trump continúa su asedio contra los pueblos nativos norteamericanos. En el sur de los Estados Unidos, la policía de frontera y una compañía contratista han comenzado a construir parte del muro fronterizo con México al interior del área de reserva y monumento de la UNESCO, Organ Pipe Cactus.

Dentro de esta reserva, donde viven diversos grupos nativos norteamericanos, la Casa Blanca está construyendo un muro de 63 millas de longitud, justo en la frontera entre el estado de Arizona con México. Los grupos nativos reclaman que su territorio indígena, reconocido por la UNESCO, involucra territorios en ambos países, por lo que un muro en el medio dividiría a su cultura.

El grupo étnico Tohono O’odham ha denunciado que la obra provocaría la destrucción de territorio ancestral y sagrado, así como tendría un impacto ambiental negativo dentro de la reserva. En respuesta a estas declaraciones, la policía de frontera ha advertido que detendrá a cualquier persona que se disponga a interrumpir las obras.

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