Por Róger Tunque
Servindi, 10 de julio, 2016.- El documental “Se necesitan víctimas: tras la ruta del oro y la explotación” revela que la calle Belén del centro histórico de la ciudad de Cusco es la zona de captación de víctimas de trata de personas, en su mayoría menores de edad, quienes con engaños son trasladadas a las zonas mineras de la región Madre de Dios.
Producido por la organización Capital Humano y Social Alternativo (CHS Alternativo) el material audiovisual recoge además los testimonios de las víctimas así como de los testigos entre ex trabajadores mineros y dueñas de los “prostibares” cuyas identidades han sido protegidas.
Madre de Dios es el tercer productor de oro donde el 99 por ciento de las concesiones son ilegales. Alex, ex trabajador minero en este departamento afirma que en las zonas mineras suelen ganar entre 8 mil y 9 mil soles mensuales, dinero que es gastado en “excesos”, principalmente el consumo de alcohol que beneficia directamente a los dueños de bares quienes además explotan sexualmente a menores de edad en etapa escolar llevadas durante las vacaciones.
Carmen Navarro, ex alcaldesa de Quincemil, declara que cuando se construyó la carretera interoceánica hubo trabajo para todos llegando a construirse hoteles, restaurantes y todo tipo de negocios. Sin embargo, una vez finalizado el proyecto, comienza el boom de la minería informal que trajo consigo la aparición de bares que son frecuentados por jovencitas de diferentes partes de Perú y extranjeras.
“El puente Inambari ha sido un paso obligatorio para las más de 4,500 mujeres explotadas sexualmente en los campamentos mineros”, enfatiza el documental. Además señala que la existencia de atajos, por donde las menores de edad son llevadas a los campamentos y prostibares sin pasar por los controles, favorece la inmunidad en el traslado de víctimas e insumos para la minería ilegal.
El Puerto Mazuko donde la presencia del Estado es casi nula, es otra de las zonas estratégicas por donde se cruza rumbo a Huepetuhe, Delta 1, Boca Colorado y otros campamentos mineros. En el lugar, muchos pasajeros usan nombre falsos en los cuadernos de control que llevan los botes.
Emilio Soncco Huilca, teniente alcalde del centro poblado Bajo Pukiri (Delta 1), afirma que algunos bares cerraron pero cuando van a otros lugares cambian de nombre y de razón social. Agrega que su jurisdicción es visitada por jovencitas de todas partes del país.
El Km 108 de la carretera Interoceánica es el punto de ingreso y abastecimiento para los campamentos ilegales en La Pampa, Madre de Dios donde se estima que hay alrededor de 35 mil personas, muchas de ellas en situación de explotación.
Datos del documental
“Desde el 2004 en el Perú se han rescatado más de 900 menores de edad victimas de trata de personas. La mayoría en situación de explotación sexual, todas mujeres”.
“Durante la grabación de este video tres víctimas menores de edad fueron retornadas a su lugar de origen. En muchos casos, esto significa volver a la condición de pobreza y vulnerabilidad: el punto inicial de la ruta de la trata de personas”.
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