Servindi, 22 de octubre, 2019.- La comunidad académica de Antropología de la Universidad de Chile expresó su rechazo a la lógica de guerra expresada por el presidente Sebastián Piñera y remarcó la crisis y el sufrimiento social que vive la población.
Señalan que "los discursos de guerra nos traen a la memoria momentos en los que se han generado rupturas profundas, con resultados de violencia y muerte que dejan heridas de las que la sociedad chilena aún no se ha recuperado".
Indican como ejemplo la llamada “pacificación de la Araucanía” y la dictadura cívico-militar.
No estamos en guerra, sino en un estado de crisis y de desigualdad. Una desigualdad profunda de una sociedad que no logra asegurar servicios básicos; y una profunda crisis social e institucional que nos recuerda lo frágiles que son las convivencias y lo difícil que es construir una democracia día a día.
Lea a continuación de la declaración completa en español y luego en inglés:
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Declaración pública Comunidad Académica Escuela de Antropología UCNo estamos en guerraAnte los gravísimos acontecimientos que en la actualidad ocurren en Chile, la comunidad académica de la Escuela de Antropología UC declara: No estamos en guerra y rechazamos categóricamente el mensaje de que estamos en guerra. La guerra justifica la violencia desatada, la guerra profundiza la diferencia, la guerra implica enemigos. Es una lógica y una forma de actuar no solo errónea sino peligrosa. Los discursos de guerra nos traen a la memoria momentos en los que se han generado rupturas profundas, con resultados de violencia y muerte que dejan heridas de las que la sociedad chilena aún no se ha recuperado; la llamada “pacificación de la Araucanía” y la dictadura cívico-militar son ejemplos de ello. No estamos en guerra, sino en una situación de sufrimiento social. Un sufrimiento y una angustia que en el día a día sobrellevan estoicamente las diversas comunidades que componen Chile. Mujeres, hombres, niñas y niños, trabajadores, estudiantes, adultos mayores, indígenas y no-indígenas e inmigrantes día a día nos dan una lección práctica de cómo guardar relaciones cívicas y respeto a pesar de las dificultades que nos tocan, sea manteniendo la compostura y el cuidado mutuo en un metro repleto y caro; sea apoyando a parientes y amigos enfermos; sea con un apoyo económico a quien lo necesite en un país cada día más caro. No estamos en guerra, sino en un estado de desigualdad. Una desigualdad profunda de una sociedad que no logra asegurar servicios básicos, como salud y educación de calidad, y sueldos dignos para todos sus ciudadanos. Una desigualdad que merece mucho más que las respuestas tecnocráticas desconectadas de la realidad de las personas. No estamos en guerra, sino en crisis. Una profunda crisis social e institucional que nos recuerda lo frágiles que son las convivencias y lo difícil que es construir una democracia día a día; una crisis de confianza que, por estos días, se manifiesta en el descontento de las y los ciudadanos. Ante esta realidad, como comunidad académica de Antropología UC rechazamos la lógica de guerra; nos apena y nos preocupa la presencia de militares en nuestra calles y plazas. Rechazamos desde lo más profundo la violencia que nos aflige: la violencia estructural de la desigualdad y la violencia directa que en estos días nos muestra su cara más desagradable en Santiago y en el país. Como comunidad académica de Antropología UC adherimos a las manifestaciones pacíficas. Sabemos que la única vía de avanzar es mediante el diálogo, la participación y la búsqueda genuina para construir la sociedad y la democracia que queremos que Chile sea. Como antropólogas y antropólogos estamos disponibles para contribuir a esta tarea de transformación social y política. Firmantes
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Public statement Academic community of the School of Anthropology (Pontificia Universidad Católica de Chile)We are not at warIn the face of troubling events currently taking place in Chile, the academic community of the UC School of Anthropology declares: 1. We are not at war, and categorically reject the message that we are at war (as recently pronounced by the government of Sebastián Piñera). The idea of war justifies uncontrolled violence; war deepens difference; war implies enemies. It is not only a mistaken logic and way of acting, but also a very dangerous one. Discourses of war bring to mind historical moments when Chile suffered deep ruptures, with outcomes of violence and death leaving wounds from which Chilean society has yet to recover; the so-called “Pacification of Auracanía” in the 19th century and the military dictatorship of Augusto Pinochet are but two examples. 2. We are not at war, but in a condition of social suffering. It is a kind of suffering and anguish that diverse communities comprising Chile endure stoically and day by day. Each day, women and men, girls and boys, workers, students, the elderly, indigenous people, and immigrants offer us lessons of how to maintain civil relations and respect in spite of the difficulties we face, whether it be through keeping composure and providing mutual care on an overcrowded and overpriced metro; by helping sick friends and relatives who cannot afford healthcare; or by economically supporting someone in need in a country where the cost of living gets higher by the day. 3. We are not at war, but in a state of inequality. It is the deep inequality of a society that is not able to ensure basic rights, such as health, quality education, and a decent wage for all its citizens. It is the type of inequality that deserves much more than technocratic responses that are disconnected from the reality that many Chileans live. 4. We are not a war, but in a crisis. It is a social and institutional crisis that reminds us how fragile our coexistence is, and how difficult it is to build a democracy day by day. It is a crisis of trust that during these past few days has manifested in widespread discontent among citizens. 5. In the face of this reality, we, the academic community of the UC School of Anthropology, reject the logic of war put forth by the Piñera government. The presence of military forces in our streets and plazas saddens and worries us. We strongly reject the violence that afflicts our society: the structural violence of inequality as well as the direct violence that has, during the past few days, reared its ugly head in Santiago and throughout the country. 6. We, the academic community of the School of Anthropology, support the peaceful protests that are taking place. We know that the only way to move forward is through dialogue, participation, and a genuine effort to build the society and democracy we want Chile to be. As anthropologists, we are available to contribute to this work of social and political transformation.
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