
El plan COVAX, destinado a distribuir vacunas entre los países menos desarrollados, viene sufriendo retrasos que impactarían en la salud de millones de personas. Falta de fondos y posibles riesgos comerciales de los distribuidos, serían los principales obstáculos para asegurar el arribo de vacunas a tiempos en las economías más pobres del planeta.
Por José Díaz
Servindi, 16 de diciembre, 2020.- En los últimos días algunas noticias alentadoras se han dado a conocer en relación a la lucha contra la pandemia de la COVID-19, conocida como coronavirus, dado que los ensayos con varias vacunas han concluido y en algunos países ya se alistan para la distribución masiva.
Sin embargo, uno de los grandes retos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) será conseguir una distribución global equitativa.
Mientras los países más adinerados de Occidente como Estados Unidos, Inglaterra y Europa occidental ya empezaron a trabajar en la logística de la distribución y en la vacunación de sectores claves, siguen siendo grandes las dudas respecto a cuándo llegarán las primeras vacunas a los países menos desarrollados.
La pandemia no solo desnudó la desigualdad en términos de sistemas sanitarios precarios en los países menos desarrollados, sino que también podría revelar las desigualdades globales en la distribución de las vacunas.
Para evitar que esta brecha sea muy grande, la OMS diseñó un plan que busca asegurar dosis a los países más pobres, bajo el título de COVAX.
COVAX es una iniciativa a través de la cual la OMS, en alianza con la Comisión Europea y la Alianza Global para la Vacunación (GAVI, por sus siglas en inglés) busca asegurar una cantidad significativa de dosis que puedan ser distribuidas entre las economías más frágiles del planeta.
Problemas a la vista
Aunque inicialmente el lanzamiento el plan COVAX parecía que ofrecería a los países menos desarrollados una salida viable para obtener vacunas, el 2020 va cerrando con pocas luces al respecto.
De los 2 mil millones de dosis que la OMS espera comprar para este plan se ha podido negociar una cantidad insignificante.
Según una investigación realizada por Reuters, el principal problema de COVAX viene siendo la falta de presupuesto para realizar las compras, por lo que varios de los contratos previstos para fines del 2020 no se habrían realizado. Esto pondría en riesgo la meta de distribución planteada inicialmente para fines del 2021.
El informe de Reuters señala que el principal obstáculo, además de la falta de fondos, serían los contratos de suministros de COVAX que podrían afectar la oferta y demanda de vacunas en determinados países.
Es decir, un “riesgo comercial”, podría terminar impacto en la vida de millones de personas habitantes de los países más vulnerables del planeta.
Según estimaciones de GAVI, de no resolverse los contratos en las próximas semanas, los lotes de vacunas estimados a producirse en el 2021 podrían ser acaparados, lo que generaría un retraso que, en el peor escenario, llevaría a que la distribución de vacunas en los países más pobres ocurra recién en 2024.
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— Servindi (@Servindi) December 16, 2020