El Gobierno de Canadá busca reducir en un 30% sus emisiones hacia el 2030. Entre las medidas anunciadas por el presidente Justin Trudeau se encuentra el incremento de los impuestos a la contaminación e inversiones millonarias en la transición energética, tanto en la industria como el consumo.
Por José Díaz
Servindi, 14 de diciembre, 2020.- Luego del congelamiento que significó el periodo de confinamiento por la pandemia de la COVID-19, conocida como coronavirus, la agenda climática en varios sectores del mundo parece ir retornando.
Primero fue la Unión Europea que la semana pasada elevó su meta de reducción de emisiones al 55%, y ahora está haciendo lo propio Canadá que ha anunciado un nuevo plan de reducción de emisiones de carbono.
El fin de semana pasado el Gobierno de Canadá presentó un nuevo plan de reducción de emisiones que contempla un cambio significativo para las metas 2030.
Entre las medidas anunciadas por el presidente Justin Trudeau se encuentran un aumento significativo en los impuestos por emisiones y la inversión de miles de millones en actividades de transición energética.
“Este plan climático reforzado nos ayudará a edificar un futuro más sano, justo y resiliente que podremos pasar a nuestros hijos y nietos con orgullo”, declaró el mandatario canadiense.
Canadá, cuya economía ha estado históricamente vinculada a la extracción minera y petrolera, planea reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% al 2030, con relación a los niveles del 2005.
Esto significaría en la práctica la disminución de más de 200 megatoneladas de CO2 que no se emitirían a la atmósfera.
Detalles del plan
Uno de los instrumentos claves que contempla el plan de reducción será el aumento gradual de los impuestos a la emisión de carbón que, para el 2030, estaría en 170 dólares canadiense, 133 dólares estadounidenses, por tonelada emitida.
Un aumento drástico si se toma en cuenta que en la actualidad esta cantidad de emisiones está gravada solo con 30 dólares canadienses.
El objetivo de esta medida, según ha detallado Trudeau, es que cada año se incrementen 15 dólares canadienses a la tonelada de CO2.
La meta es desincentivar las industrias más contaminantes, encareciendo la contaminación, y fomentar la inversión en conservación energética y la búsuqeda de soluciones bajas en emisiones.
Asimismo, el plan contempla la inversión de 15 mil millones de dólares canadienses destinado a sectores como vehículos eléctricos, la infraestructura de recarga y al sustitución de los generadores operados por diésel hacia modelos de energía limpia en los sectores rurales.
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— Servindi (@Servindi) December 14, 2020