
Policías de Chile desalojaron a protestantes mapuches en complicidad con grupos civiles racistas en la Araucanía. Los comuneros mapuches reclaman la liberación de sus detenidos, algunos de los cuales se encuentran acumulando varios meses de huelga de hambre.
Por José Díaz
Servindi, 5 de agosto, 2020.- Pese a que el confinamiento social en Chile no ha terminado del todo, debido a la pandemia de la COVID-19, conocida como coronavirus, la violencia volvió a la Araucanía, región del sur chileno dónde se vive un conflicto histórico entre las comunidades Mapuche y el estado nacional. Esta vez, una serie de actos de violencia se registraron alrededor de una serie de edificios municipales.
Desde hace más de una semana, diversos comuneros y dirigentes mapuches tomaron varios edificios municipales como protesta por la falta de diálogo con el Gobierno de Chile. Un diálogo que busca solucionar la detención de múltiples dirigentes mapuches detenidos en distintas presiones, y quienes realizando una huelga de hambre hace varios días, así como atender el reclamo histórico de territorios en la Araucanía.
Las organizaciones mapuches reclaman la liberación de ocho dirigentes detenidos, entre quienes se destaca el machi (curandero) Celestino Córdova, quien lleva más de 80 días haciendo huelga de hambre y cuyo estado de salud se ha deteriorado en los últimos días. Todos ellos, según los mapuches, son presos políticos del Gobierno de Chile.
Las localidades de la Araucanía donde fueron tomados los edificios municipales, y que fueron afectadas por hechos de violencia, son Ercilla, Curacautín, Victoria, Angol, Collipulli y Galvarino. Sobre el último fin de semana, y tras una semana de tomas, los hechos de violencia se desencadenaron por una mezcla de represión e incursión racista anti-mapuche.
El desalojo y racismo
En plena madrugada de sábado para domingo, los policías locales intervinieron en los edificios tomados por los comuneros mapuches con la ayuda de un grupo de civiles. Violentamente, los mapuches fueron desalojados e insultados impunemente por un grupo de civiles racistas quienes, como ha sido difundido por la televisión chilena, en el momento del desalojo coreaban “el que no salte es mapuche”.
La complicidad entre la policía local y los grupos civiles anti-mapuches generó indignación en varios sectores de la sociedad civil chilena. Eso sumado a la represión que terminó con múltiples comuneros agredidos.
“Toda la gente que estaba allí era gente anti.mapuche. No todo el mundo participó de estas agresiones, eran un grupo reducido. Cuando hay este tipo de acciones lo que vemos es que el racismo se ha ido profundizando permanentemente contra nosotros y eso es parte de la política del Gobierno para acusarnos de violentos y terroristas”, declaró Rodrigo Curipán, portavoz de los mapuches detenidos en prisiones chilenas.
Te puede interesar
#COVID19 y la resiliencia de los #PueblosIndígenas → https://t.co/EJLaesckbS
"COVID-19 y la resiliencia de los pueblos indígenas" es el tema de este año con motivo de la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indigenas. pic.twitter.com/6MLomrTj82
— Servindi (@Servindi) August 4, 2020