
Servindi, 18 de julio, 2019.- Hace menos de diez años, los ciudadanos de Santiago de Chile disfrutaban de las aguas de la laguna de Acuelo. Sin embargo, hoy en su lugar hay una zona reseca donde pastan caballos y vacas entre los juncos.
La laguna de Acuelo era un lugar donde antes abundaban las embarcaciones, las canoas y los deportes náuticos hasta que se secó definitivamente en mayo de 2018, según informó EFE.
Expertos de la Universidad de Chile analizaron el caso y corroboraron que el fenómeno se debió a disminución de las precipitaciones entre el 2010 y 2018. En ese tiempo, hubo una reducción del 38% respecto al promedio histórico.
“De acuerdo a todas las proyecciones de cambio climático, lo que está ocurriendo ahora con este patrón de precipitación no se espera que se vaya a revertir.”, señaló Pilar Barría, profesora de la facultad de Ciencias Forestales.
La laguna de Aculeo estaba conformada por 1.210 hectáreas de agua que se alimentaba de las lluvias estacionales que discurrían desde las montañas que la rodean. En la actualidad, se puede ver en el lugar embarcaderos y botes deteriorados
Aunque las proyecciones son inciertas, la catedrática de la Universidad de Chile afirmó que la “nueva normalidad”, basada en los modelos de cambio climático, indica que Chile tendrá “menos precipitación hacia mediados y finales de siglo”.
A pesar de que no es el único caso ni en Chile ni a nivel mundial, podría ser un ejemplo claro de las últimas consecuencias del cambio climático en el centro de Chile.
Chile central es la barrera natural entre el norte chileno, desértico y árido, y el sur, lluvioso y boscoso. Su proximidad a la costa y Los Andes (unos 140 kilómetros) cuenta con una cuenca abastecida hídricamente.
No obstante, la mayor parte de los recursos hídricos provienen de las precipitaciones y son la disminución de estos fenómenos que ha causado la extinción de la laguna de Acuelo. Un evento desafortunado que amenaza con expandirse.