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- "Donde no hay límites no hay territorio, y donde no hay territorio solo puede haber un Estado precario", afirma José Matos Mar.
Servindi, 8 de junio, 2015.- El grave caos territorial del país fue advertido este fin de semana por el antropólogo José Matos Mar en su artículo: Perú, país sin mapa, en el que sostiene que debido al enorme porcentaje de conflicto por límites el Perú "es un país sin fronteras internas. No tenemos mapa."
El citado artículo fue publicado el sábado 6 de junio en el diario El Comercio y en el indica que de los 1,846 distritos del Perú el 76,8 por ciento tienen conflicto por límites. De las 196 provincias el porcentaje en esta situación se eleva al 89 por ciento.
"Como país este hecho es una dramática carencia. Donde no hay límites no hay territorio, y donde no hay territorio solo puede haber un Estado precario" sentencia Matos Mar.
"La falta de una delimitación territorial crea problemas de orden administrativo, de servicios, tributario y social para millones de ciudadanos que viven en jurisdicciones distritales o provinciales dobles y que, en algunos casos, reciben servicios de dos municipios y, en otros, de ninguno" detalla el destacado antropólogo.
A pesar de las herramientas tecnológicas disponibles es inconcebible que en pleno siglo XXI este problema subsista y que solo se explica por la falta de conciencia clara del problema "y una firme voluntad política para afrontarlo".
Mar propone que el gobierno tome la decisión política histórica de construir un mapa definitivo para el Perú pues delimitar el territorio debería ser un objetivo nacional, carente desde 1821.
En tal sentido plantea que en las elecciones generales del 2016 se realice en cada distrito y provincia un referéndum por el cual los ciudadanos y vecinos de las zonas en cuestión decidan a que circunscripción pertenecen.
Sin límites y sin catastro de comunidades
El análisis de Matos Mar es propicio para recordar que “En Perú no existe un mapa oficial de comunidades nativas. No hay un catastro oficial de las más de 10 mil comunidades, no hay cifras oficiales, ni una agencia especial con esta responsabilidad”.
Así lo destacó Richard Chase Smith, director ejecutivo del Instituto del Bien Común (IBC), quién afirmó que “Noventa años después de su reconocimiento por la Constitución de 1920 las comunidades socialmente son invisibles”.
La falta de atención a las comunidades llevó al IBC y a otras instituciones emprender la campaña: “Territorios Seguros para las Comunidades” para reconocer y valorar el aporte de las comunidades a la diversidad social, cultural y ambiental, así como al desarrollo económico del país.
La Defensoría del Pueblo también observó que uno de los problemas generales que limitan la titulación de las comunidades campesinas y nativas es la ausencia de un único registro oficial que permita conocer el número de comunidades reconocidas y tituladas.
Así lo sostuvo en el Informe: Análisis de la Política Pública sobre Reconocimiento y Titulación de Comunidades Campesinas y Nativas de 2014 en el que concluye que “el Estado no cuenta con una política pública adecuada que aborde de manera integral el reconocimiento y titulación de las comunidades campesinas y nativas en nuestro país”.
Acceda al artículo de José Matos Mar con un clic en el siguiente enlace: