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El diálogo ambiental debe guiarse por la sostenibilidad, equidad y justicia

Servindi, 7 de marzo, 2014.- Conceptos claves como sostenibilidad, equidad y justicia deben guiar el proceso dialógico en la gestión ambiental sostuvo el ingeniero Rodrigo Arce Rojas, especialista en temas ambientales.

"Avanzar hacia una cultura del diálogo en la gestión ambiental requiere abordar las dimensiones personales, relacionales, culturales y estructurales. Esto lleva la necesidad de tener estrategias y acciones en el corto, mediano y largo plazo que se deben trabajar simultáneamente antes que secuencialmente" agregó.

El problema no son las diferencias, controversias y conflictos sino la capacidad de procesar estas tensiones con una estructura social y política adecuada.

"En un país de alta diversidad como el nuestro es un imperativo el diálogo intercultural lo que implica esfuerzos conscientes para entender los significados, sentidos y sentires" de los diversos actores en un contexto en se alude con frecuencia al diálogo aunque no es comprendido en su cabal magnitud.

"Para que se verifique un diálogo transformador es importante que los interlocutores se predispongan a crear campos comunes de significaciones y sentidos que superen visiones fragmentarias y se dispongan a participar en la creación de escenarios de objetivos compartidos" prosiguió.

A continuación el artículo completo de Rodrigo Arce Rojas:

Marco legal sobre el diálogo en la gestión ambiental

Por Rodrigo Arce Rojas

7 de marzo, 2014.- La primera Política de Estado del Acuerdo Nacional refiere al tema de Democracia y Estado de Derecho y está orientado al fortalecimiento del régimen democrático y del Estado de derecho. Mediante el tópico de institucionalización del diálogo y la concertación los firmante se comprometen a fomentar el diálogo y la concertación entre todas las organizaciones, tanto políticas como de la sociedad civil, en base a la tolerancia, la afirmación de las coincidencias y el respeto a las diferencias de identidad, garantizando las libertades de pensamiento y de propuesta. Con este objetivo el Estado: (a) promoverá y consolidará una cultura de diálogo y concertación; (b) institucionalizará los canales y mecanismos de participación ciudadana que contribuyan al mejor ejercicio de las funciones ejecutivas y legislativas en los niveles nacional, regional y local; y (c) institucionalizará la concertación en los procesos de prospectiva nacional, formulación presupuestal y planeamiento estratégico.

La Política Nacional del Ambiente (Decreto Supremo Nº 012-2009-MINAM de 23 de Mayo de 2009) al mencionar en el  Eje de Política 3  sobre Gobernanza Ambiental en el lineamiento correspondiente a la institucionalidad habla de establecer e implementar mecanismos adecuados para la gestión de conflictos socioambientales, promoviendo el diálogo y la concertación.

El informe de la comisión multisectorial (Creada por Resolución Suprema N° 189-2012-PCM) sobre los Ejes Estratégicos de la Gestión Ambiental considera el Eje Estratégico “Estado soberano y garante de derechos (Gobernanza / Gobernabilidad)” y plantea como uno de sus objetivos Garantizar el diálogo y la concertación preventivos para construir una cultura de la paz social.

La Política Nacional de Educación Ambiental (Decreto Supremo 017-2012-ED) al hablar sobre participación y ciudadanía ambiental incluye el Lineamiento 21 que está orientado a  promover la cultura del diálogo, participación y concertación de personas, empresas y organizaciones para el desarrollo de la educación ambiental.

La Ley General del Ambiente (Ley Nº 28611) define la gestión ambiental como un proceso permanente y continuo, constituido por el conjunto estructurado de principios, normas técnicas, procesos y actividades, orientado a administrar los intereses, expectativas y recursos relacionados con los objetivos de la política ambiental y alcanzar así, una mejor calidad de vida y el desarrollo integral de la población, el desarrollo de las actividades económicas y la conservación del patrimonio ambiental y natural del país. Se entiende que la administración de los interesas y expectativas tienen en el diálogo una herramienta fundamental.

La Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley Nº 29763) incorpora importantes principios relativos al diálogo. Entre ellos se menciona:

  • Gobernanza forestal y de fauna silvestre: El principio de gobernanza forestal y de fauna silvestre conduce a la armonización de las políticas y al fortalecimiento de la institucionalidad, normas, procedimientos, herramientas e información del sector forestal y de fauna silvestre, de manera que sea posible la participación efectiva, descentralizada, integrada, informada y equitativa de los diversos actores públicos y privados en la toma de decisiones, acceso a beneficios, manejo de conflictos, construcción de consensos y responsabilidades claramente definidas en la gestión, seguridad jurídica y transparencia. Es deber del Estado impulsar y fomentar esta gobernanza.

  • Participación en la gestión forestal: Este principio otorga a toda persona el derecho y el deber de participar responsablemente en los procesos para la toma de decisiones respecto a la definición, aplicación y seguimiento de las políticas, gestión y medidas relativas a los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación silvestre y sus componentes, que se adopten en cada uno de los niveles de gobierno. Se busca garantizar la participación efectiva de todos los actores interesados, incluyendo a las comunidades nativas y campesinas, tanto a nivel individual como colectivo.

  • Consulta previa libre e informada. La aplicación de la presente Ley respeta el derecho de los pueblos indígenas a la consulta previa libre e informada con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento de la medida propuesta de acuerdo al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de la Organización de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, otras normas vigentes, la jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y las sentencias vinculantes del Tribunal Constitucional sobre la materia.

  • Interculturalidad, conocimientos tradicionales y cosmovisión: La gestión sobre el bosque y sus recursos se desarrolla en el marco del reconocimiento, respeto y valoración de la presencia e interacción de las diversas culturas, dentro de su cosmovisión, así como la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, adquiridas por medio del diálogo y de una actitud de respeto mutuo. Se reconocen los conocimientos tradicionales en el manejo y uso de los recursos forestales y de fauna silvestre y de la biodiversidad. Estos principios concuerdan con los de la Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre.

La Estrategia Nacional de Zonificación Ecológica Económica del Perú en la Línea Estratégica 3 sobre Gobernanza e institucionalidad considera como uno de los objetivos estratégicos crear espacios de diálogo y concertación inclusivos multidisciplinarios e interinstitucionales la Estrategia considera que en la actual coyuntura nacional, los espacios de diálogo y concertación son fundamentales para prevenir, orientar y concordar acuerdos que contribuyan a la solución de los conflictos socioambientales, éstos se hacen más viables cuando lo que se pone en la mesa es información técnica y de gestión que permita a todos los actores (políticos, técnicos, sociales) entender la dinámica de un territorio y definir objetivos conjuntos para el desarrollo sostenible del país.

De este breve recuento del marco normativo que liga el diálogo con la gestión ambiental podemos inferir que son elementos estrechamente ligados. Esta constatación no es de extrañar puesto que finalmente la gestión ambiental implica en el fondo gestión de personas. La definición de gestión ambiental que alude a la administración  de intereses y expectativas que acertadamente identifica la Ley General del Ambiente da cuenta de ello.

Diálogo, participación y concertación son tres palabras frecuentemente repetidas e interconectadas en el marco normativo ambiental. Así mismo, se destaca el engranaje con la gobernanza y la institucionalidad. Se reconoce en el diálogo una herramienta para la administración de la diversidad de puntos de vista, intereses y expectativas.

Aunque frecuentemente aludido el diálogo no siempre es comprendido en su real magnitud por los actores. De un lado nos encontramos con posiciones que pugnan por imponer sus perspectivas a la otra parte con reducida o nula capacidad de escucha y de otro lado procesos dialógicos basados en la asimetría que no logran calificar como diálogos genuinos. Para que se verifique un diálogo transformador es importante que los interlocutores se predispongan a crear campos comunes de significaciones y sentidos que superen visiones fragmentarias y se dispongan a participar en la creación de escenarios de objetivos compartidos. Para ello es importante que los interlocutores colaboren para crear campos seguros y confiables donde pueda darse a plenitud la deliberación y la búsqueda de alternativas más coherentes e integradoras. Es necesario que los interlocutores logren un adecuado equilibrio entre contenidos y resultados esperados, el proceso y las relaciones.

Conceptos claves como sostenibilidad, equidad y justicia son los que deben guiar el proceso dialógico. No se trata de la capacidad de convencimiento de una de las partes hacia la otra sino más bien de ejercer la capacidad de persuasión mutua para lograr que se entiendan las razones profundas de las argumentaciones. En un país de alta diversidad como el nuestro es un imperativo el diálogo intercultural lo que implica esfuerzos conscientes para entender los significados, sentidos y sentires.

Avanzar hacia una cultura del diálogo en la gestión ambiental requiere abordar las dimensiones personales, relacionales, culturales y estructurales. Esto lleva la necesidad de tener estrategias y acciones en el corto, mediano y largo plazo que se deben trabajar simultáneamente antes que secuencialmente. Las diferencias, controversias y conflictos están a la orden del día, puesto que forman parte de la dinámica social, el problema no está en que aparezcan, el problema está cuando no tenemos una estructura social y política que permita procesar estas tensiones.

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*Rodrigo Arce Rojas es ingeniero forestal. Correo electrónico: rarcerojas@yahoo.es

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