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Perú: Hasta pronto hermano Roy

Roy Matos Tuesta falleció el viernes por la noche en un accidente  de tránsito

Por James Matos Tuesta

En memoria de Roy Matos Tuesta

Servindi, 4 de julio, 2012.- De la mano de mi madre aprendí a conocer el abecedario y el universo de las letras. De mi hermano Roayce (a quien cariñosamente decíamos Roy) aprendí el respeto por el idioma y las reglas ortográficas.

Roy Matos no tenía ni grados académicos ni títulos profesionales, pero tenía una cultura general superior al promedio. Podía abordar en sus conversaciones con mucha solvencia académica cualquier temática o conocimiento científico o literario. Todo eso lo había adquirido gracias a su hábito de lectura no muy frecuente en la ciudad amazónica de Pucallpa.

Como ocurre con todos los lectores habituales como él, poco a poco fue madurando la idea de escribir un libro. Y desde hace algunos años, se trazó la meta de escribir la historia de las Iglesias Bautistas de Pucallpa. Y para ello, primero diseñó la estructura de la obra. Luego empezó a recopilar información histórica. Conversó con algunos testigos fundadores de las iglesias bautistas, y logró juntar algunas fotografías. Llegó incluso a redactar algunos borradores. Pero, como todo libro tiene un proceso, éste se encontraba en su etapa inicial.

Esta obra, así como muchas otras que se necesitan en Pucallpa, hubiera servido para conocer los antecedentes de las iglesias evangélicas en nuestra región. Sin embargo, la obra quedó inconclusa producto de un lamentable accidente de tránsito ocurrido en la noche del viernes 29 de junio frente al paradero del Campo Ferial de Yarinacocha, en Pucallpa, donde un temerario conductor ebrio embistió violentamente con su motocarro a la moto lineal en el que viajaba como pasajero mi hermano. El impacto fue tan brutal que Roy perdió la vida en el acto.

Sería deseable que los conductores borrachos se maten solos, y no descargar su instinto asesino contra otros seres humanos inocentes. Y digo esto, pues desde el momento en que una persona conduce una máquina motorizada debe tener la conciencia de que existe el riesgo de producir un daño mortal (según la teoría del riesgo del derecho penal), por ello se exige a todos los conductores de vehículos motorizados, tener la máxima prudencia al momento de manipular estas máquinas.

Pero, si a esa imprudencia le sumamos la irresponsabilidad de conducir en estado de ebriedad, entonces significa que esa persona no tienen ningún respeto por sí mismo, y menos la tendrá por los demás seres humanos.

Su viuda Olga Fritz, y sus hijos Rocío del Carmen, Roy Heinz, Deisa Milena y Grace Matos Fritz, no deberían guardar ningún tipo de rencor contra este asesino alevoso (no tiene otro nombre alguien que enfunda una máquina en tales condiciones). Sin embargo, sí deberían tener la confianza de que la justicia penal impondrá al desalmado la condena que corresponda.

Como hermano, no tengo palabras para expresar la honda pena que me embarga. Siempre lo alenté a que concretara esa obra hoy inconclusa. Siempre le decía que Ucayali requería esos textos que nos hablen de segmentos de nuestra historia regional. Libros como éstos necesitamos con urgencia. Y no solo de historia religiosa, sino también de distintos tópicos como la historia de las instituciones educativas, de los clubes sociales y deportivos, de las universidades, de los movimientos políticos, de los pioneros, de las iglesias de todas las denominaciones, etc. Todo ese conglomerado de textos confluirá en el tiempo para construir nuestra identidad regional ucayalina amazónica.

Nos falta por escribir miles de hojas sobre nuestro pasado ucayalino. ¿Quiénes asumirán estas empresas de investigación y redacción? Roy estaba asumiendo una partecita de esa inmensa riqueza histórica que guarda nuestra región Ucayali.

Sueño que cuando los menores hijos de mi hermano cumplan la mayoría de edad, y tengan la madurez que otorgan los años transcurridos, nos embarquemos en concluir esta obra inconclusa de su padre, que sería el mejor homenaje para perdurar la memoria de alguien que vivió de una manera ejemplar en esta vida terrenal. Por ahora me abstendré de expresar sus virtudes personales, familiares, éticas, morales y religiosas.

Gracias a la convicción y a la certeza que tiene mi familia de saber que Roy está en la presencia del Gran Creador, ha dosificado grandemente el inmenso dolor que significó esta dolorosa perdida. Asimismo, las innumerables muestras de cariño que hasta hoy lo siguen expresando a su viuda, sus menores hijos y a mi anciana madre María Deisa Tuesta Tuesta, permiten sobrellevar fortalecidos esta perdida.

Gracias a los hermanos de la Iglesia Bautista de la Fe y de otras iglesias evangélicas por las muestras de respeto y aprecio que expresaron por Roy Matos. Gracias también a mis entrañables y queridos vecinos del jirón Tarata de Pucallpa por esas muestras generosas para homenajear a mi hermano. Gracias a todos los que lo conocieron y disfrutaron de su don de gente. Gracias a todos los que nos acompañaron y nos acompañan en los momentos de dolor. Gracias a todos. No tengo palabras para expresar los sentimientos que me embargan por tantísimo desprendimiento y cariño. Nunca los olvidaré queridos hermanos y amigos.

Cada vez que me iba de viaje a Lima, siempre solía despedirme con su frase cariñosa: “Hasta pronto Jefe”. Ahora yo dirijo mi mirada hacia al cielo y le digo: “Hasta pronto Jefe. Ya te alcanzo pronto”.

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