Servindi, 08 de octubre, 2010.- Una capa de lodo rojo de dos metros de espesor se extiende por 40 kilómetros cuadrados de humedales y terreno agrícola en siete regiones occidentales de Hungría.
Hasta el momento la tragedia cobró cuatro vidas, una anciana y un hombre de 35 años con sus dos hijos; seis desaparecidos y 123 heridos, provenientes de Veszprem, Gyor – Sopron y Vas y 400 viviendas perjudicadas.
El incidente fue causado por una procesadora de aluminio de la empresa MAL Zrt, dueña de la represa, quien calificó lo sucedido de “catástrofe meteorológica” al explicar que se debió a la rotura de la balsa por las fuertes lluvias.
Según la prensa local unos 500 hombres intentan contener la marea de barro rojo para prevenir que esto ingrese a los ríos que son afluentes del Danubio, el segundo río más grande de Europa.
Según expertos, la liberación del tóxico a las zonas afectadas demorará años.
Por su parte, el secretario de Estado para el Medio Ambiente, Zoltán Illés, advirtió que habrá que retirar la tierra en la región afectada para que pueda volver a cultivarse, lo que podría llevar al menos un año.
En tanto, Zsolt Szegfalvi, presidente de Greenpeace en Hungría, resaltó que se trata de “la catástrofe más grande de Europa relacionada con el llamado barro rojo”, por lo que nadie cuenta con experiencias sobre cómo tratar la situación.
Al respecto, el jefe de gobierno húngaro, Viktor Orbán, dijo que los afectados serán indemnizados y anunció que se abrirá una investigación para aclarar lo sucedido.
Se estima que el daño ocasionado asciende alrededor de diez 10 millones de florines que equivale a 38 millones de dólares.