Servindi, 16 de abril, 2010.- El 16 de abril se celebra el Día Mundial de la Esclavitud Infantil en conmemoración a Iqbal Masih de doce años, niño mártir cristiano, que fue asesinado en 1995 por luchar contra la esclavitud infantil.
Se recuerda que Masih soñaba con formarse como abogado para continuar la lucha contra la esclavitud infantil. Llegó a cerrar varias empresas en las que todos los trabajadores eran niños esclavos. Niños, que son explotados con jornadas de más de 12 horas diarias.
Fue premiado en Estocolmo y Boston y con el premio fundó una escuela para los niños pobres.
A la lucha se comprometieron ayuntamientos como los de Barcelona, Santander, Gijón, Mieres, Avilés, Burgos, Valladolid, Vitoria, Córdoba.. y los Cabildos canarios de: Gran Canaria, Tenerife y Fuenteventura, etc. en mociones aprobadas por unanimidad. Solo en España un total de 63 mociones han sido aprobadas entre municipios y cabildos del territorio español.
Cifras alarmantes
En diversos blogs -entre estos el Roger Pacheco, se sostiene que existirían "cuatro cientos millones de niños esclavos en todo el mundo, de los cuales ciento sesenta y cinco millones tienen menos de 5 años".
Estos niños son utilizados para guerras, prostitución, explotación laboral, mendicidad e incluso en mundo del espectáculo (como circos). Son sometidos al hambre, malos tratos, torturas y no se les reconoce sus derechos consagrados en instrumentos de las Naciones Unidas.
Según un informe publicado por el Programa Internacional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) , el tráfico de niños en África Occidental y Central está aumentando, y para combatirlo son necesarios los esfuerzos concertados de todos los sectores de la sociedad en los países afectados.
Se informa que “los traficantes compran niños a sus padres en otras naciones por la tarifa de $20 cada uno. Los niños atraviesan en autobús tres países por el golfo de Guinea hasta llegar a Costa de Marfil para poner su vida en manos de los capataces.”
Otro de los grandes abusos hacia los niños y niñas es la prostitución como es el caso de Centroamérica donde los pequeños son comprados, robados y traficados a diferentes ciudades lejanas a su tierra natal para luego ser entrenados en sótanos de dónde sólo tendrán acceso a la calle, bien sea para trabajar, o una vez que se esté lo suficientemente “domado” para que regrese o simplemente cuando alguien los compre.
Somos cómplices del tráfico de niños
Sin darse cuenta uno puede llegar a ser cómplice de esta cadena inescrupulosa de personas comprando productos que fueron y son elaborados por los niños esclavos como es el caso de las cajitas felices de Mc Donald´s o también juguetes con el sello “made in china”.
Por eso, cada quien debe ser consciente de los productos que adquiere y sobre todo conociendo el origen de lo que compra; así podría colaborar en la erradicación de este mal.
Además, los ciudadanos pueden exigir a sus dirigentes que rechace todo tipo de intercambio comercial con países o empresas acusadas de permitir la esclavitud, una política difícil de aplicar en el Perú.
El especialista regional de la OIT, Guillermo Dema dijo que “En el caso de América Latina, Perú estaría en la cima de los países con mayor tasa de trabajo infantil".
Estas cifras son "muy comparables a casos como Guatemala, Honduras y Bolivia, que son los países con mayor índice de trabajo infantil" agregó.
Además, "lo que está claro es que los niños y niñas trabajadores de hoy están condenados a ser padres y madres de hogares pobres. Se está creando un círculo de pobreza y de exclusión que está marcando el desarrollo del país".
Según la Agencia de noticias EFE “la llamada encuesta nacional de trabajo infantil (ETI) reveló que 66,7 de los niños, entre 5 y 13 años, se dedican a la agricultura, la ganadería, la pesca y la minería, y que el 70 por ciento de los niños que trabajan lo hace en condiciones consideradas peligrosas.”
Asimismo, el investigador de la Pontificia Universidad Católica del Perú, José Rodríguez informó que "la mayor parte (de los niños trabajadores) están vinculados en su actividad laboral con algún familiar, y generan algún producto cuya venta va al ingreso que es parte del presupuesto de la familia y no se distribuye bajo la forma de un salario".
Reflexiones finales
Una de las formas de combatir la esclavitud infantil sería formando a los padres a asumir su responsabilidad como padres porque si ellos mismos ponen en venta a sus hijos qué se espera de unos inescrupulosos que buscan beneficiarse económicamente con el trabajo de los niños en el mundo.
Además, uno de los principales motores que fomenta la esclavitud infantil es la pobreza. Por esto, en el caso de Perú el gobierno debería generar más puestos de empleo de calidad utilizando los recursos que existen y no privatizándolos cada vez más que luego trae como consecuencia el abuso de muchos niños o niñas y adolescentes.