Por Alejandro Balaguer
Ante la inevitable pérdida de los glaciares, la valorización de los ecosistemas que nos brindan agua y el uso de tecnologías correctas que la almacenan, se vuelven piezas clave para enfretar el estrés hídrico de un planeta enfermo por el cambio climático.
Los glaciares andinos están en un proceso franco de retroceso y son los que mayormente muestran los efectos del deshielo
El hecho es dramático y las imágenes reveladoras. Entre el 70% y el 75% del agua dulce superficial de la Tierra se halla contenida en glaciares y nieves permanentes. Pero hoy se están extinguiendo...
Para Jorge Recharte, líder del Instituto de Montaña, con sede en Perú, la avalancha ambiental es incontenible.
"En los últimos 35 años se perdieron aproximadamente el 15% de los glaciares, pero en los últimos 10 años la pérdida se ha acelerado mucho más todavía, estamos muy cerca de sobrepasar el 20%, es decir, un quinto de los glaciares ha desaparecido, eso que significa que los más pequeños ya no existen, y que los de tamaño mediano están retrocediendo", dice Recharte.
Lo que se ve en los Andes peruanos y en los polos, son síntomas de lo que está por venir, y es dramático. Sin embargo, quedan esperanzas. Las cumbres poseen páramos que están cubiertos de vegetación que actúan como una suerte de esponja. Y si siguieran bien conservados podrían ser la alternativa ante el descongelamiento de los glaciares sudamericanos.
Para todos los expertos, estos paisajes altoandinos que cumplen un papel fundamental en el ciclo del agua, deben ser protegidos. Por ejemplo, en las alturas de La Paz, en Bolivia, ya se están preparando para los tiempos de crisis, y la represa de Jampaturi embalsa agua proveniente de páramos y glaciares, convirtiéndose en un importante reservorio para dotar de agua a la capital, en los meses de sequía y escasez.
Ante la inevitable pérdida de los glaciares, la valorización de los ecosistemas que nos brindan agua y el uso de tecnologías correctas que la almacenan, se vuelven piezas clave para enfretar el estrés hídrico de un planeta enfermo por el cambio climático.
Además, habrá que crear oportunidades y fortalecer a las comunidades rurales e indígenas que viven junto a estos ecosistemas sensibles.
"Y sobre todo prestar atención a las comunidades de alta montaña, que son quienes históricamente gestionan los ecosistemas de alta montaña de manera eficiente", insiste Recharte. Porque si no lo hacemos, ellos dependerán solamente de estos recursos naturales, que son necesarios para la vida de todos.
Muestra
A efectos de generar conciencia sobre el tema, la Fundación Albatros Media y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente presentan desde este mes en Guadalajara, México, una muestra itinerante de Alejandro Balaguer, como parte del evento llamado Arte por la Tierra', que se presenta en varias ciudades de América Latina. La exposición fotográfica, que se presentó en Panamá en 2007, seguirá su periplo por la región.
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Fuente: Ecoportal.Net