Alrededor de 110 actividades autogestionarias de diversas temáticas, más de 50 actividades artísticas y culturales, asambleas indígenas, actividades de solidaridad con los presos políticos, reuniones de plataformas de movimientos sociales nacionales e internacionales, denuncias a transnacionales, ferias de comercio justo y muchas actividades más reunieron a más de 5 mil ciudadanos de América Latina, El Caribe y Europa.
Entre las delegaciones más numerosas se encontraron las de Bolivia, Chile, Argentina, Brasil, Guatemala, Haití, Venezuela, Nicaragua, Francia, Holanda, España, Países Bajos, Alemania, Italia e Inglaterra.
Ellas, junto a muchos peruanas y peruanos de diferentes regiones y lugares recónditos del país, hicieron de la Cumbre de los Pueblos un espacio para que las alternativas al modelo económico neoliberal se hagan escuchar.
Con sus propios lenguajes, artes y contenidos, las delegaciones de nacionales e internacionales le imprimieron pluralidad a la Cumbre de los Pueblos, que se constituyó en un espacio abierto y representativo.
Las organizaciones que participaron pertenecen a una diversidad amplia de la sociedad civil, que más allá de sus diferencias se reunieron bajo un mismo lema: Por una integración de los Pueblos desde los Pueblos.