Las responsabilidades por la muerte de 24 escolares provocadas por el consumo de parathion metílico mezclado con un derivado lácteo pretenden ser escabullidas por el Congreso peruano, que desde hace 6 años dilata un informe que establece la responsabilidad de la transnacional Bayer.
Ante el Tribunal Permanente de los Pueblos, que se reúne en Lima, familiares de los niños de la comunidad de Tauccamarca expresaron que desde el 2002 el Congreso posterga la discusión del caso, pese a que están probadas las responsabilidades de la empresa y los funcionarios del Estado. Ahora, se afirma que el documento no se encuentra en los archivos.
Luis Gomero Osorio, representante de la Red de Acción en Agricultura Alternativa, informó que el uso comercial del parathion, conocido comercialmente como folidol, estaba restringido, pese a lo cual no se adoptaron medidas preventivas por parte de las autoridades del Estado peruano y de la empresa Bayern.
Victoriano Huaraya Torres, vocero de las familias afectadas, declaró que la empresa no cumplió con su obligación de recoger las existencias del veneno ni hizo campañas de prevención para evitar probables casos de contaminación.
La indolencia de la empresa y la inacción de las autoridades provocaron la muerte de los niños y graves consecuencias en la salud de aquellos que pudieron salvar la vida. Pese a ello las autoridades judiciales se resisten hasta hoy a condenar a los responsables.
Recién hace dos años, el Quinto Juzgado Civil admitió la demanda, pero sospechosamente el Ministerio de Agricultura reclamó que se incluya como presunto responsable al único profesor de la escuela. Hasta hoy no se resuelve el caso.
Se acusa a la empresa y a los representantes del Estado por vulnerar los derechos a la vida, a la salud y a la integridad física, a la protección del niño y el acceso a la justicia, entre otros.
Los familiares demandaron al Tribunal Permanente de los Pueblos a generar jurisprudencia a nivel internacional en relación a la responsabilidad social de las empresas de agrotóxicos.
El presidente del Tribunal, el sacerdote Francois Houtard, se declaró impactado por las declaraciones de los denunciantes y lamentó la ausencia de los representantes de Bayer en la audiencia.