Servindi, 15 de abril 2008.- El Caucus Indígena reafirmó ayer en Washington, Estados Unidos, que "la Declaración de la ONU constituye un estándar mínimo y (...) un instrumento regional no puede ir por debajo de los estándares reconocidos en este documento universal".
Tal aseveración la efectuó en la declaración de apertura presentada en el marco de la 11 sesión de negociaciones para la búsqueda de puntos de consenso sobre la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas que se está celebrando en dicha ciudad.
"La Declaración Americana puede desarrollar los estándares establecidos por la Declaración del ONU e incluir una articulación más detallada de los derechos específicos de los Pueblos Indígenas" expresó el caucus, bajo el criterio de que ambas declaraciones deben "ser congruentes la una con la otra".
El Caucus felicitó a Estados como Bolivia, y las cortes tales como la Corte Suprema de Belice que ya han aprovechado la Declaración de la ONU para avanzar la implementación de los derechos de los Pueblos Indígenas en sus respectivos países.
De igual modo, el Caucus expresó su desacuerdo con la posición de Canadá, Estados Unidos y Colombia quienes sostienen que la Declaración de la ONU no aplicaría en sus países debido a que los dos primeros países votaron en contra y el último se abstuvo.
El Caucus recordó que el Comité de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Discriminación (CERD) recomendó en marzo de este año que los Estados Unidos aproveche la Declaración de la ONU como una guía para interpretar las obligaciones con los Pueblos Indígenas de los Estados Partes bajo el Convenio.
Además "una amplia gama de expertos en derecho internacional vincula la implementación de la Declaración de la ONU a las obligaciones vinculantes de todos los Estados Partes al Convenio sobre Discriminación Racial, incluyendo a los estados que votaron en contra de la Declaración de la ONU, como los Estados Unidos".
Declaración de Apertura del Conclave de los Pueblos Indígenas
XI Reunión de Negociaciones para la Búsqueda de Puntos de Consensos - Organización de los Estados Americanos (OEA). Washington, 14 de abril de 2008
Reciban nuestros saludos respetuosos, Sr. Presidente y los delegados de los Pueblos Indígenas y de los estados.
Tomo la palabra a nombre de Conclave de los Pueblos Indígenas que participa en este 11 sesión de Negociaciones sobre el Desarrollo de la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y que cuenta con la representación de los Pueblos Indígenas de América del Norte, América Central, América del Sur y el Caribe. Agradecemos a la Secretaría de la Cumbre de las Américas y a los donantes por todo su apoyo para asegurar la participación de los Pueblos Indígenas en esta sesión.
Acudimos a esta sesión con el entusiasmo renovado por los acontecimientos significativos para reconocer los derechos de los Pueblos Indígenas en el campo internacional.
Reafirmamos que en el Informe del Presidente sobre la Sesión de Reflexión sobre las Reuniones de Negociación para la Búsqueda de Consensos (OEA/Ser.K/XVI GT/DADIN/doc.321/08) plantea que La mayoría de los Estados y todos los representantes indígenas apoyaron el uso de la Declaración de la ONU como base de negociaciones e indicaron que esto representaba un estándar mínimo para la Declaración de OEA.
Cuando sesionamos en noviembre de 2007, acordamos llevar a cabo un análisis comparativo de los textos actuales del Proyecto de la Declaración Americana y la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada por la Asamblea General de la ONU el 13 de septiembre de 2007. Este acuerdo se basó sobre el reconocimiento amplio que la Declaración de la ONU es ahora el estándar internacionalmente reconocido sobre los derechos de los Pueblos Indígenas.
Reafirmamos que el trabajo sobre el Proyecto de la Declaración Americana se debe avanzar bajo los siguientes principios:
1)Nada en la Declaración Americana puede menoscabar los estándares establecidos en la Declaración de la ONU es decir, la Declaración de la ONU constituye un estándar mínimo y, de acuerdo con los principios jurídicos internacionales, un instrumento regional no puede ir por debajo de los estándares reconocidos en este documento universal.
2)La Declaración Americana puede desarrollar los estándares establecidos por la Declaración del ONU e incluir una articulación más detallada de los derechos específicos de los Pueblos Indígenas; y
3)Que las dos Declaraciones deben ser congruentes la una con la otra.
Nuestro trabajo sobre la Declaración Americana se debe llevar a cabo con la intención de reiterar y reforzar, los temas y aspectos claves de la declaración de la ONU. Estos incluyen, entre otros, los derechos de los Pueblos Indígenas a la libre-determinación, el consentimiento libre, previo e informado y a las tierras, territorios y recursos tradicionalmente poseídos y utilizados.
Distinguidos Delegados de los Pueblos Indígenas y de los Estados, el proceso de la OEA nos da una oportunidad única para afirmar y consolidar las disposiciones y derechos en la Declaración de la ONU, y a profundizar en ellos, respondiendo a las necesidades y preocupaciones particular de los Pueblos Indígenas de las Américas. Los Pueblos Indígenas tenemos mucho que ganar trabajando conjuntamente en el espíritu de cooperación, buena fe y como socios plenos con los estados americanos para desarrollar una contundente Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y lograr su aprobación lo más rápido posible.
No podemos aceptar ser partícipe de un proceso que busca socavar lo que ya hemos logrado en el campo internacional.
Felicitamos a los Estados tales como Bolivia, y las cortes tales como la Corte Suprema de Belice que ya han aprovechado la Declaración de la ONU para avanzar la implementación de los derechos de los Pueblos Indígenas en sus respectivos países.
Reconocemos que de los 34 estados miembros de la OEA, solamente los Estados Unidos y Canadá votaron en contra de la Declaración de la ONU, y Colombia se abstuvo. Como resultado, estos estados toman la posición que la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas no se les aplica y que, por lo tanto, no se deben utilizar como un estándar mínimo en estas negociaciones. Sin embargo, hacemos ver a este grupo de trabajo que hay dos acontecimientos que demuestran que esta posición no es válida.
El 7 de marzo de 2008, el Comité de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Discriminación (CERD) emitió sus recomendaciones en respuesta al Informe Periódico de los Estados Unidos que fue entregado al Comité el año pasado. El CERD recomendó que los Estados Unidos aproveche la Declaración de la ONU como una guía para interpretar las obligaciones con los Pueblos Indígenas de los Estados Partes bajo el Convenio. Esta recomendación apoyó la posición de los Pueblos Indígenas y una amplia gama de expertos en derecho internacional y vincula la implementación de la Declaración de la ONU a las obligaciones vinculantes de todos los Estados Partes al Convenio sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial incluyendo aquellos estados que votaron en contra de la Declaración de la ONU, como los Estados Unidos.
Además, el martes 8 de abril de 2008, la Cámara Baja de Canadá aprobó una moción haciendo un llamado al Gobierno de Canadá a avalar la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas tal como se aprobó por la Asamblea General de la ONU el 13 de septiembre de 2007 y que el Parlamento y el Gobierno de Canadá implementen plenamente los estándares contenidos de la misma.
Hacemos un llamado al Gobierno de Canadá a implementar plenamente esta moción democráticamente aprobada por su propio Parlamento y a revertir su oposición a la Declaración de la ONU en los foros internacionales, incluyendo este Grupo de Trabajo.
La Declaración de la ONU proporciona un nuevo marco para mejorar las relaciones entre los gobiernos y los Pueblos Indígenas del mundo en base del respeto mutuo. La Declaración Americana también puede convertirse en un nuevo marco histórico para los Estados y los Pueblos Indígenas en las Américas según lo cual se afirman, se respetan y se velan por los derechos de los Pueblos Indígenas.
Es claro que este nuevo marco es urgente y necesario porque los derechos y la sobrevivencia de los Pueblos Indígenas en todos los 34 estados miembros de la OEA siguen siendo violados. La imposición de desarrollo incluyendo minería y deforestación, la contaminación ambiental, la destrucción de la biodiversidad y los medios tradicionales de subsistencia, la violación de los tratados, la apropiación indebida de las tierras y recursos, la negación de los derechos culturales y la destrucción de los sitios sagrados, la militarización de las tierras indígenas, políticas que intentan extinguir los derechos de los Pueblos Indígenas y socavar su libre determinación, la reubicación forzosa y la variedad de otros impactos adversos están socavando la dignidad, seguridad y bienestar de los Pueblos Indígenas y, en muchos casos, su sobrevivencia como Pueblos propios.
Una Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas que sea contundente y fundamentada en principios va a ser otro paso muy importante y útil para proteger a los Pueblos Indígenas amenazados por las acciones de estados y otras partes.
En este sentido, es importante enfatizar que el consenso referido en el documento GT/DADIN/doc2461/06/rev.7 preparado para esta sesión sobre el procedimiento, para la conclusión de estas negociaciones, tiene que incluir a los Pueblos Indígenas, no solamente a los estados como actualmente propone. Solamente así se puede asegurar que el proceso sea legítimo y que su resultado sea un éxito.
Hay una necesidad urgente y ya es tiempo para avanzar en nuestros esfuerzos, basados en los principios y preocupaciones que hemos presentados en esta declaración de apertura. Las sesiones del Grupo de Trabajo deben enfocarse en las negociaciones actuales del texto del Proyecto de la Declaración Americana para encaminar su pronta aprobación. Otros temas tales como el Plan de Acción, seminarios temáticos y la Oficina Permanente para los Pueblos Indígenas se pueden discutir en otros foros de la OEA fuera de las sesiones de negociaciones del Grupo de Trabajo.
Nos encontramos aquí presentes con un buen animo, para construir sobre lo que hemos logrado y para avanzar nuestras relaciones con los estados, bajo el principio del consentimiento libre, previo e informado tal como se recomendó en le Plan de Acción del Segundo Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas del mundo.
En este sentido, estamos en la mejor disposición a trabajar esta semana.
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Fuente: Agradecemos el envío de la información a Patricia Borraz de Almáciga, Grupo de Trabajo Intercultural