Servindi - Servicios de Comunicación Intercultural
Published on Servindi - Servicios de Comunicación Intercultural (http://server.servindi.org)

Inicio > Mundo: TeorÃas de la Superioridad Racial

Imprimir articulo   Exportar a PDF
Volver

Mundo: TeorÃas de la Superioridad Racial

Aborigenes de Australia, foto: kalipedia

Por Julie Chabot, Christine Jakubowski y Lara Abu-Ghazeleh

El siguiente artículo trata sobre dos teorías de superioridad racial: Terra Nullíus (tierras sin propietario o que no pertenecen a nadie) y el "Destino Manifiesto".

La aplicación de Terra Nullíus fue devastadora para los Pueblos Indígenas de Australia ya que justificó que pueblos auto-denominados más avanzados hayan asumido el derecho de posesión de sus tierras aún y cuando los pueblos indígenas hayan vivido allí por miles de años. La segunda teoría, el Destino Manifiesto, se refiere a la expansión de los Estados Unidos en Norte América que impuso su modelo de democracia a través de asimilar a los pueblos indígenas de tal país usando la religión, el idioma y la política.

Terra Nullius

En 1770 el explorador James Cook descubrió Australia. Sin embargo, ahora se sabe que los pueblos aborígenes han habitado tal país entre 40,000 a 50,000 años. La diferencia, sin embargo, es que los pueblos aborígenes no tenían el concepto de propiedad privada ya que según su creencia cosmogónica, similar a los pueblos indígenas de otras partes del mundo, ellos pertenecen a la tierra y no la tierra a ellos.

Los colonizadores británicos, viendo no evidencia de estructuras agrícolas, sociales o religiosas similar a la de ellos, concluyeron que los pueblos aborígenes simplemente deambulaban los territorios y por consiguiente no tenían el derecho a poseer la tierra. De acuerdo a John Bodley los invasores europeos se dieron cuenta que estos sistemas tradicionales entraban en conflicto con el sistema que ellos deseaban imponer y por lo tanto ignoraron el sistema tradicional aborigen.

Al usar terra nullíus como excusa, la Gran Bretaña clamó el derecho de asentarse en lo que ellos definieron como tierra sin habitantes y como resultado expropiaron a los aborígenes de sus tierras, cultura y tradiciones. Ni tratados ni compensaciones fueron otorgados a los aborígenes por tales acciones.

En realidad, la tierra proveía de alimentos, agua y era la base de espiritualidad de los pueblos aborígenes quienes se rehusaron a someterse a la autoridad de los colonizadores. Como resultado, y cuando los pueblos aborígenes iniciaron su lucha en la defensa de sus tierras, los británicos respondieron con masacres, o contagiando a los pueblos con enfermedades y envenenando sus fuentes de agua. Estas acciones resultaron en el exterminio de un alto porcentaje de aborígenes. Además, cuando animales de ganado fueron exportados a Australia estos destruyeron los suelos fértiles resultando en la destrucción de las dos fuentes de alimentos Indígenas: la vegetación y la vida silvestre.

No fue sino hasta 1992, en el caso jurídico Mabe, que la Corte Suprema de Justicia Australiana rechazó el concepto de terra nullíus marcando así una pequeña victoria para los pueblos aborígenes. Mas, sin embargo, en 1997, intereses de compañías multinacionales propusieron nuevas leyes que hicieron difícil para los indígenas reclamar por los derechos adquiridos en 1992.

En febrero 12 del 2008 el gobierno de Australia emitió una disculpa oficial a los pueblos aborígenes de Australia por el maltrato que han sufrido a manos de diferentes gobiernos de ese país.

El Destino Manifiesto

Aunque esta doctrina había sido usada por colonizadores por siglos, el término fue adoptado como emblema de vida en los Estados Unidos a inicios de 1800.

En 1826 los EE.UU. se estaban estableciendo como un país poderoso que dominaba una gran parte de Norte América. Con el diario arribo de pioneros, mercaderes y especuladores los estadounidenses anticipaban que era necesario expandir su territorio basado en el éxito natural de años anteriores. De acuerdo a Earl Weeks, para algunos parecía que era el deber sagrado de los Estados Unidos expandirse en el continente Norte Americano, parar reinar supremamente en el hemisferio occidental y servir como ejemplo a los pueblos de mundo. En si, este era el Destino Manifiesto del pueblo estadounidense.

La doctrina, entonces, fue usada por muchos para explicar y justificar el expansionismo que según Weeks, los europeos vieron tal engrandecimiento con alarma y para los ciudadanos estadounidenses el expansionismo les aseguraba que el curso tomado era el correcto.

El sueño americano del Destino Manifiesto, no incluía gente no-Blanca. Para 1820 el apelo universal de ver a los Estados Unidos como el lugar de destino donde todos los pueblos podían tener éxito a través de su libertad, justicia e igualdad se fue disipando. A finales del siglo XIX, los Estados Unidos de América se convirtió en un país destino para Anglo-Sajones y nadie más.

El Destino Manifiesto estimuló a misioneros nacionalistas estadounidenses a llevar la visión Americana de la palabra de Dios a lugares como Grecia, Turquía, Persia, Constantinopla, India y Hawai. También Latino América y África. Muchos de estos países sufrieron la disminución de sus pueblos indígenas ya que tales misioneros trajeron consigo enfermedades contagiosas. Mientras que el constante expansionismo en Norte América misma resultó en desenraizar aproximadamente 125,000 indígenas americanos que habitaban estados sureños a reservas en el oeste estadounidense. El espiritu del Destino Manifiesto también hizo que sus seguidores buscaran expandirse a países como México, Cuba y Nicaragua.

Los efectos negativos tanto de terra nullíus como del Destino Manifiesto aún son visibles hoy día. Sin embargo, pasos significantes se ha tomado por varios pueblos para reducir la influencia de estas poderosas filosofías y así mismo algunos estados intentan corregir el daño que han significado para los pueblos indígenas. Es responsabilidad de los ciudadanos del mundo estar alertas y ser observadores en tanto filosofías como la terra nullíus y el Destino Manifiesto, no vuelvan a repetirse en las sociedades de hoy.

----

* Estudiantes de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Regina, Canadá, profesor Leonzo Barreno.

Valoración: 
0
Sin votos (todavía)

Source URL:http://server.servindi.org/node/42792