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México: La "conquista" del pueblo Azteca

Por Casey Macleod, Loni Trowell y Adrián Alleyne*

En la cúspide de su expansión el Pueblo Azteca cubría grandes territorios que incluían partes del golfo de México. Muchos de los Pueblos que habitaban tales territorios eran Pueblos conquistados por los Aztecas cuyo imperio estaba en un estado de expansión territorial cuando los españoles arribaron a sus tierras.

Como se sabe, Colón arribó a las islas del Caribe en 1492; y en 1502 Moctezuma fue electo Emperador del imperio Azteca. En ese mismo año (1502) noticias de la presencia de una cultura foránea llegaron a los Aztecas: pedazos de basura extraña y restos de buques se hallaron en las playas del golfo, incluyendo un cofre lleno de espadas y ropa. Al mismo tiempo observaron en el cielo un cometa partirse en tres pedazos lo cual fue interpretado por los Aztecas como un presentimiento trágico-profético ya que en tan solo 16 años después su gente y sus riquezas fueron descubiertas y saqueadas iniciando así un episodio histórico que resultó en la destrucción de todo un pueblo.

Entre 1517 y 1518 el gobernador español de Cuba, Diego Velásquez, envió varias expediciones de exploración al golfo de México donde los exploradores vieron y reportaron indicadores de las riquezas de un imperio que se hallaba tierra adentro. Tan pronto como estos exploradores retornaron a Cuba, Velásquez comisionó a Hernán Cortez retornar al área; las instrucciones de Cortez fueron solamente para explorar, establecer algún tipo de comercio en la región y ver si había prisioneros cristianos. Cortez, sin embargo, tenía otros planes.

En febrero 18 de 1519, Cortez se embarcó hacia el golfo de México y en el 21 de abril de tal año desembarcó movilizándose tierra adentro inmediatamente. El primer poblado con el que tuvo contacto era el Pueblo Azteca de Cotaxtla; cuya bienvenida estuvo a cargo del líder del poblado. Entre más se movilizaba más en contacto se ponía con otros pueblos y en cada uno usaba la combinación de obsequiar regalos o usaba la intimidación militar para doblegarlos.

Es en la provincia de Zempoala en la que Cortez inició la primera de sus muchas maniobras diplomáticas y políticas para debilitar el imperio de Moctezuma a la vez que ganaba la alianza de cientos de miles de indígenas quienes habían sido previamente conquistados por o estaban en conflicto con los Aztecas. Sin estas alianzas la conquista de México nunca pudo haber tenido éxito. Usando las discrepancias entre pueblos Cortez estimuló a la gente de Zempoala a ignorar la autoridad de los Aztecas y a los cuales aseguró ser su aliado contra el emperador Azteca.

Para evidenciar lo que decía Cortez autorizó la captura de cinco colectores de impuestos enviados a Zempoala por Moctezuma. Sin embargo a las espaldas de la gente de Zempoala, Cortez trató muy bien a los prisioneros y los envió de regreso (a Tenochtitlan, la capital Azteca) con el mensaje de que sus intenciones hacia los Mexica (Aztecas) eran amistosas.

Finalmente, a mediados de 1519, Cortez y sus hombres iniciaron la larga marcha hacia la capital Azteca. Viendo la avanzada Española, Moctezuma envió regalos a Cortez junto al mensaje de que no vinieran a Tenochtitlan y de que no confiara en sus nuevos aliados indígenas. Varios de los líderes Aztecas no estuvieron de acuerdo con la decisión de Moctezuma y predijeron desastre hacia su pueblo y por lo tanto cabildearon por la inmediata eliminación de los invasores.

En noviembre 8 de 1519, los españoles llegaron a la capital Azteca y Moctezuma les dio la bienvenida cediéndole a Cortez su propio palacio. Una semana después Cortez tomó a Moctezuma como su prisionero obligando al Pueblo Azteca a colectar oro y otros tesoros para liberarlo. Mientras esto sucedía, hasta mayo de 1520, Cortez exploró la asombrosa, bella y compleja ciudad, al tiempo que divisaba como atacarla. En mayo de ese año Cortez retorna a la costa para derrotar al gobernador Velásquez quien había llegado a apresar a su desobediente y ambicioso capitán. Cortez designó a Pedro de Alvarado (el eventual conquistador de Guatemala) a cargo del fuerte quien incitó a los españoles que se quedaron con él a atacar a los Aztecas argumentando que estos estaban tramando derrocarlos y luego usarlos como sacrificios humanos a Toxcatl, un festival religioso.

Al amanecer los españoles bloquearon las salidas de un lugar religioso y masacraron a cientos de señores Aztecas desarmados. Luego retornaron al palacio de Moctezuma donde asesinaron a los lideres Aztecas que se hallaban con él. En represalia, el pueblo Azteca destruyeron varios botes que los españoles habían construido y prepararon a su ciudad para la guerra. Cortez retornó apresurado, se le permitió regresar a su palacio pero pronto fue atrapado allí. Para entonces el Pueblo Azteca ya había electo al sucesor de Moctezuma a quien ellos consideraron causante del desastre en que se hallaban. El nuevo líder fue Chitlahuac, hermano de Moctezuma. Este último murió luego de ser golpeado por una piedra durante un discurso público, donde trató de persuadir a su pueblo a someterse a los españoles.

A medianoche de julio 1 de 1520, Cortez y sus hombres lograron huir de la ciudad, no sin antes perder a cientos de soldados en el proceso. Su guarida fue la ciudad-estado, y aliada, de Tlaxcala. Mientras esto sucedía más españoles arribaban a la costa después de enterarse de las inmensas riquezas de oro de estas tierras y a quienes Cortez reclutó a sus tropas y los preparó para tomar Tenochtitlan. A finales de octubre de 1520 la viruela y otras enfermedades del viejo mundo estaban ya arrasando con la gente Azteca quienes vieron en esta catástrofe como si sus deidades se habían volteado contra ellos y en favor de los invasores. Tan pronto como los líderes Aztecas morían de enfermedades a los cuales eran inmunes Cortez los reemplazaba con aquellos que eran sus aliados.

Cortez y sus tropas cercaron Tenochtitlan en junio 1 de 1521, e iniciaron su toma. En solo dos meses, agosto 13, los Aztecas se dieron por vencidos, entregaron su ciudad, casi arrasada y aplanada, y así los españoles completaron la conquista del gran imperio Azteca. La conquista significó que la población Azteca fuera casi aniquilada: en 1519 se contabilizaron 1.6 millones personas y para 1610 solamente sobrevivían 250,000.

Asegurado el triunfo los españoles conservaron la estructura política Azteca y ellos se establecieron encima de tal estructura. Seguidamente degradaron a la sociedad Azteca cobrándoles impuestos enormes y usando al pueblo como esclavos en las minas y para reconstruir las ciudades que los españoles habían destruido. El siguiente paso fue imponer su modelo político y su forma de vida sobre los Aztecas y otros pueblos que habían conquistado, incluso sus aliados. Su meta fue erradicar las culturas Indígenas y convertir meso-América en una Nueva España.

Para lograrlo convirtieron los sembradíos (Indígenas de maíz) en granjas que luego fueron convertidas en plantaciones y haciendas. Las cabezas de ganado que importaron se duplicaron en tan solo 15 años, y estos animales también fueron usados para destruir los sembradíos de maíz que habían sustentado a los pueblos indígenas por siglos. Los invasores no solo acumularon riqueza para si mismos sino también enviaron mucha de esa riqueza a Europa lo cuál provoco que nuevos conquistadores arribaran a estas tierras.

Misioneros católicos arribaron con la intención de cristianizar a los pueblos indígenas y liberar a la tierra de lo que ellos llamaban una religión pagana o lo que es peor de una religión que veneraba al diablo. En tal sentido, divisaron un plan efectivo para lograr la conversión: atraer a la nobleza de la juventud Azteca, sabidos de que estos jóvenes serían los lideres de futuras generaciones. Los misioneros usaron tácticas que incluían transferir las creencias Aztecas a creencias cristianas, a sabiendas de que ambas religiones tenían varias cosas en común: los sacerdotes, oraciones y celebraciones de importancia en la vida de las personas. Otra estrategia fue construir iglesias encima de los templos destruidos e imitando rituales Aztecas, por ejemplo, al celebrar misas al aire libre. Sin embargo, la transición no fue tan armoniosa como ellos planearon.

Los misioneros se vieron en la tarea de remover partes de la religión Azteca para lograr la conversión. Tuvieron que desmantelar la estructura del sacerdocio Azteca y el uso de sus templos, prohibieron los sacrificios humanos, el uso de libros, estatuas y amuletos aztecas. Implementaron todo esto a través de sustituir imágenes aztecas con imágenes de santos católicos de características similares. Aquellos que rehusaban convertirse al catolicismo tenían que enfrentar a la inquisición española y sus varios metodos persuasivos para lograr la conversión.

La invasión española no se detuvo con los Aztecas; pronto siguió la conquista de meso América (y sur América) aún y cuando esto les llevó más de un siglo. En 1697, la ciudad-estado de Tayasal, el último fortín del Pueblo Maya, fue finalmente sometida por los españoles.

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* Estudiantes de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Regina, Canadá, cátedra del profesor Leonzo Barreno.

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