13 de abril, 2007.- Comunidades étnicas de Chiapas, Morelos, Oaxaca, Hidalgo y Michoacán aún practican el sistema de trueque de mercancías en los tianguis y mercados populares, como una forma de preservar sus costumbres y tradiciones.
En la época prehispánica los tianguis se instalaban en los sitios considerados el corazón de la ciudad, hasta donde llegaban los comerciantes para ofrecer sus productos o artesanías y que intercambiaban por otros productos que a ellos les hacían falta.
Así surgió el denominado sistema de trueque, el cual perdura en algunas zonas del país. En el México prehispánico los comerciantes cobraron rápidamente gran notoriedad social por la riqueza que acumulaban y por su papel dentro de la economía de su comunidad.
En Chiapas están los mercados de Santo Domingo y Municipal de San Cristóbal de las Casas, en donde los mayas oriundos de la zona de Los Altos acuden a ofrecer frutas, verduras y artesanías, principalmente tejidos. En el mercado de San Cristóbal pueden encontrarse tejidos elaborados en la frontera con Guatemala y los domingos es día de mercado en los pueblos cercanos a San Cristóbal de las Casas, con Tenejapa, San Pedro Chenalhó y San Juan Chamula, en donde aún se practica el trueque.
En tanto, en Morelos también se practica el trueque o cambio de mercancías, en particular los domingos en el mercado de Zacualpan, en donde los lugareños ofrecen artesanías, comida, vestidos, flores, etcétera. En cuanto a la comida, los domingos es tradicional adquirir una gran variedad de chiles secos (mulato, ancho o pasilla) para preparar los guisos de la región y el arroz de Jojutla, así como nueces, almendras, cacahuates y avellanas.
Otro mercado que practica este sistema de comercio es el de Huejutla de Reyes, Hidalgo, a donde los nativos acuden para intercambiar sus mercancías por un cigarrito de hoja, tradicional en la zona de la huasteca hidalguense. Otros productos que se intercambian en ese popular mercado son las órdenes de zacahuil, un tamal gigante preparado con carne de res y de puerco, especias, maíz y una gran variedad de chiles, y también se ofrecen artesanías y alfarería creada por las mujeres huastecas.
Los zapotecos de la región de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, también basan en parte su economía en la tradicional instalación del mercado ambulante, en donde es práctica común el trueque de mercancías. Los amuzgos, pequeño grupo étnico que habita en los límites de Oaxaca y Guerrero, se traslada los domingos desde comunidades muy apartadas hasta Ometepec, en donde instalan su tradicional mercado e intercambian sus productos para conseguir lo necesario para la subsistencia de sus familiares.
En Michoacán, los purépechas han decidido practicar el trueque, principalmente en el tianguis de Cuanajo, en donde se reúnen comerciantes de 14 comunidades de la entidad para intercambiar sus mercancías. Indígenas provenientes del lago de Pátzcuaro, Jarácuaro, Santa Fe, San Andrés Ziróndaro, Urandén, San Pedro, Ojo de Agua, San Jerónimo e Ihuatzio, tienden sus mantas y sobre el suelo colocan fruta, alfarería, tejidos, plantas, especias, atole, pozole, granos, mazorcas, petates y diversos objetos tallados en madera.
Fuente: Genaro Bautista - AIPIN