Servindi, 10 de diciembre, 2009.- Los trágicos enfrentamientos e incidentes ocurridos entre las etnias Uigur y, la mayoritaria china, Han ha desencadenado en la orden de ejecución para nueve personas y la condena de de muerte para la misma cantidad, acusados de discriminar su lengua y cultura.
Las autoridades de la provincia china de Xinjiang detuvieron a 94 sospechosos de haber participado en la revuelta étnica del pasado mes de julio que provocó la muerte de casi 200 personas.
Hasta la fecha nueve personas fueron ejecutadas y otras nueve fueron condenadas a muerte por los incidentes entre los uigures y los Han. En total, 41 personas fueron condenadas por la justicia por su implicación en el peor brote de violencia en China desde la revuelta de la Plaza Tiananmen, en 1989.
Los fugitivos fueron capturados en noviembre, durante una operación policial a gran escala que supuso el arresto de un total de 382 personas.
El objetivo de esta operación era "consolidar la estabilidad y eliminar los riesgos de la seguridad" en la región, situada en el extremo oeste chino.
Al menos 197 personas murieron y otras mil 600 resultaron heridas en los incidentes de julio en esta región donde el control militar sigue siendo draconiano por los riesgos de un nuevo enfrentamiento entre etnias.