Servindi, 27 de noviembre, 2009.- A diez días de la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP15) de Copenhague, por primera vez el gobierno de China anunció una meta cuantificada de sus reducciones de gas de efecto invernadero y estimó que espera reducir en el 2020 la "intensidad carbónica" en 40 a 45% respecto al nivel de 2005.
"Es una acción voluntaria tomada por el gobierno chino en función de las condiciones del país y una contribución importante a los esfuerzos mundiales para luchar contra el cambio climático", declaró el Consejo de Estado.
Además el gobierno adelantó que el primer ministro Wen Jiabao será el representante que asistirá a la reunión de Copenhague, que sesionará del 7 al 18 de diciembre.
En ese sentido, la Casa Blanca anunció el pasado miércoles que el presidente Barack Obama participará en la cumbre de la capital danesa, donde anunciará que Estados Unidos está dispuesto a reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero en un 17% en 2020, en un 30% en 2025 y en un 42% en 2030 respecto a los niveles de 2005.
En tanto, Brasil, cuarto emisor mundial de gases de efecto invernadero, fue el primer país emergente en proponer a mediados de noviembre reducciones concretas de sus emisiones, de un 36% a un 39% hasta 2020. La mitad de ese esfuerzo será cumplido con un recorte de 80% de la deforestación de la selva amazónica.
Este mismo jueves, los presidentes de Brasil, Venezuela, Guayana y Francia, así como representantes de los otros países amazónicos, se reúnen en Manaos, en pleno corazón de la Amazonía brasilera, para elaborar una propuesta conjunta a llevar a la cumbre de Copenhague, con la mira puesta en salvar a la mayor selva tropical del planeta.
Los países de la Mancomunidad Británica (Commonwealth) también fijarán una postura común ante la conferencia de Copenhague, en una cumbre que celebrarán el viernes en Puerto España con la asistencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Como se recuerda la cumbre de Copenhague tiene como objetivo la firma de un tratado mundial que sustituya al Protocolo de Kyoto, que está a punto de expirar. Sin embargo, China y Estados Unidos adelantaron su decisión de no firmar este eventual documento.
Consideramos que no es realista alcanzar un acuerdo internacional vinculante que pueda ser negociado en Copenhague, ya que comenzará en pocos días, declaró el viceconsejero de Seguridad de la Casa Blanca, Michael Froman.
Por su parte, China sólo está dispuesta a actuar en la dirección de Washington y la misma posición adoptaron Indonesia y Japón, otros de las países generadores de dióxido de carbono.