Servindi, 27 de octubre, 2009.- Los indígenas de la etnia kayapó, de la localidad de Piaraçu, anunciaron una protesta contra la construcción de una presa hidroeléctrica en el río Xingú, debido a que no fueron consultados de forma adecuada.
La presa desviará el 80% del caudal del río Xingú y tendrá un gran impacto sobre las reservas de pesca y los bosques que habitan pueblos indígenas a lo largo de sus 100 kilómetros de longitud.
Al respecto, los indígenas mencionaron que en la etapa previa no fueron informados de manera sincera acerca del verdadero impacto que tendrá dicha construcción sobre sus tierras.
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas especifica que los Estados están obligados a obtener el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos y comunidades indígenas a través de consultas de buena fe antes de adoptar medidas que puedan afectarlos.
Como respuesta al rechazo, el ministro de Minas y Energía, Edison Lobão, consideró que fuerzas demoniacas trataban de evitar la construcción de grandes presas hidroeléctricas en Brasil.
Esas palabras son muy feas y son ofensivas para nosotros y para todos aquellos que defienden la naturaleza, respondió el líder kayapó Megaron Txucarramae.
En una carta dirigida al presidente Luis Inacio Lula da Silva, los kayapó explicaron las razones de su protesta y mencionaron que no queremos que esta presa destruya los ecosistemas y la biodiversidad que nosotros hemos cuidado durante un milenio, y que aún podemos preservar.
Señor presidente, imploramos que se hagan buenos estudios que busquen debatir con los pueblos indígenas esta gran cuna ecológica de nuestros antepasados... Queremos participar en este proceso sin ser tratados como diabólicos demonios que paralizan la evolución del país, sostuvo la carta.