Servindi, 26 de agosto, 2009.- El ministro de Justicia, Aurelio Pastor, ratificó las polémicas afirmaciones que vertió ante el Comité contra la Discriminación Racial de las Naciones Unidas, en Ginebra, en las que responsabilizó a los pobladores nativos de las 34 muertes en la Curva del Diablo (Amazonas).

Yo no tengo nada de qué retractarme. Son mis declaraciones, detalló Pastor al ser cuestionado por la prensa nacional.

Además, durante su presentación en el organismo internacional, Pastor enfatizó que en aquella ocasión los pobladores indígenas de la Amazonía estuvieron alentados por algunos sacerdotes católicos de la zona.

En tanto, la Conferencia Episcopal Peruana ratificó recientemente su apoyo a los obispos de los distritos selváticos, que rechazaron la actitud del gobierno frente a las movilizaciones de protesta de los indígenas.

En tal sentido, los obispos se reunieron con el presidente Alan García y al término de la reunión emitieron un comunicado en el que exigen a las autoridades escuchar los justos reclamos de la ciudadanía y dan cuenta de su preocupación por que se esclarezcan los hechos.

Yo he conversado largamente con monseñor Cabrejos, presidente de la Comisión Episcopal Peruana, y he asistido a la Conferencia Episcopal, y hemos establecido mecanismos porque las relaciones de la iglesia con el gobierno son a través del Ministerio de Justicia, sostuvo Pastor.

Subrayó que yo soy católico y de ninguna manera voy a enfrentarme a la Iglesia.

Sin embargo, ahora existe una citación policial al obispo de Yurimaguas (Loreto), monseñor José Luis Astigarraga, para que declare por la presunta comisión de delitos contra la tranquilidad pública, contra la paz pública y delitos de sedición, motín y rebelión contra los poderes del Estado.