Servindi, 18 de febrero, 2009.- Más de dos mil personas del pueblo Eperara Siapidara, en la costa Pacífica Caucana son violentadas por el narcotráfico y los grupos armados sin atención del gobierno, según el Consejo regional Indígena del Cauca (CRIC).
Los enfrentamientos entre el ejército y la guerrilla conllevan a amenazas de muerte hacia los cabildos indígenas, según denuncian autoridades indígenas. Además, existen acciones contra los medios de comunicación indígenas, como el de la emisora Pa`yumat, que quedó fuera del aire tras un incendio en el trasnmisor ocasionado por el robo de sus cables.
A través de un comunicado el CRIC reclama una "acción urgente de todos los organismos independientes o multilaterales de derechos humanos, con la cual sea posible exigir del gobierno nacional y de los actores armados detener su guerra contra la sociedad".
El comunicado afirma que se está llevando a la desaparición forzada de los indígenas, según ha sido identificado por la Corte Constitucional donde se le recuerda al Estado colombiano que está obligado e prevenir las causas del desplazamiento forzado.
La Corte Constitucional ha ordenado al Estado colombiando a que diseñe e implemente un programa de garantías de los derechos de los pueblos indígenas afectados por el desplazamiento.
El Gobierno ha comenzado a reasentar a los habitantes de la zona, a pesar que aún no hay condiciones jurídicas y presupuestales según el CRIC.