Brasil se ha convertido en uno de los principales focos de infección del coronavirus a nivel mundial. Con un alarmante crecimiento de casos de infectados, Jair Bolsonaro parece más concentrado en sortear la crisis política y judicial que él mismo ha provocado. Mientras tanto, EE.UU. le suelta la mano y cancela el puente aéreo con este país.
Por José Díaz
Servindi, 25 de mayo, 2020.- Desde hace unas semanas Sudamérica se ha convertido en el principal epicentro de la pandemia del COVID-19, conocido como coronavirus. Entre ellos, el país más afectado es Brasil que hasta este fin de semana tenía más de 365 mil casos positivos y superaba los 22 mil muertos, lo que lo convierte en el segundo país más afectado en el mundo.
Y, sin embargo, esta situación no ha cambiado la actitud del presidente Jair Bolsonaro frente a la pandemia. Como se sabe, lejos de implementar medidas para proteger a su población, el presidente brasileño se mostró siempre escéptico y desafiante frente a la enfermedad. Lo que lo llevó a afrontar una seria crisis política con el doble cambio de sus ministros de Salud.
La crisis política provocada por Jair Bolsonaro se ha desarrollado en paralelo con la crisis sanitaria por el coronavirus. El último capítulo ocurrió este fin de semana cuando un juez ordenó hacer público un video en el que se veía al presidente de Brasil, sin ninguna mascarilla, reunido con su gabinete de ministros e insultando a los jefes de la Policía Federal.
El video fue filtrado por el exministro de Justicia, Sergio Moro, quien abandonó su cargo a fines de abril y denunció el interés de Bolsonaro de intervenir en los altos cargos policiales. ¿La razón? Los gobernadores estatales junto a la policía venían implementando medidas de distanciamiento social sin obedecer los pedidos irresponsables de Jair Bolsonaro quien se resistía (y se resiste) a este tipo de acciones.
Cada vez más solo
La situación en Brasil se ha salido de control durante la pandemia, debido principalmente al pésimo manejo del presidente Jair Bolsonaro. Esto ha sido entendido así, incluso por sus propios aliados políticos como los Estados Unidos de Donald Trump quien ha ordenado prohibir el flujo de vuelos desde el país sudamericano.
El último fin de semana, los portavoces de la Casa Blanca confirmaron que esta decisión se debe a la rápida diseminación del coronavirus en la población brasileña. “Esperamos que no sea definitiva, pero debido a la situación en Brasil vamos a tomar las medidas que sean necesarias para proteger a la población estadounidense”, explicó el jefe de seguridad de la Casa Blanca, Robert O’Brien.
Mientras tanto, a nivel nacional, Jair Bolsonaro afronta una seria investigación que podría terminar en su destitución del cargo. Los delitos por los que lo investiga la fiscalía de Río de Janeiro son de coacción, prevaricación y obstrucción de la justicia, a lo que se suma una denuncia por malversación de fondos contra sus dos hijos.
Esto explicaba también, el interés de Jair Bolsonaro de intervenir en los altos mandos policiales como una medida de amedrentamiento. Distraído por la crisis política y judicial que él mismo ha generado, el presidente brasileño no presta atención a una crisis sanitaria sin precedentes en su país.
Te puede interesar
#México: ¿#TrenMaya, con ley neoliberal? Un análisis de Violeta R. Núñez Rodríguez (investigadora) → https://t.co/T6EGFrmsJX pic.twitter.com/MAARdbMnmu
— Servindi (@Servindi) May 24, 2020
Añadir nuevo comentario