Fuente: Semana.com
Servindi, 13 de junio, 2011.- A pesar del rechazo de la población indígena del departamento de Córdoba, la estatal Urrá busca ampliar su proyecto hidroeléctrico, en donde parte de las tierras ancestrales ya han sido inundadas.
El embalse comenzó a operar en el 2000 sobre la comunidad indígena emberá. Para mitigar su impacto negativo, la empresa ha organizado 19 programas sociales y medioambientales, que no satisfacen a los indígenas.
El proyecto Urra I ya está en funcionamiento en el departamento de Córdoba, al noroeste de Colombia, donde los grupos guerrilleros han llegado a participar de la disputa entre la empresa y las comunidades.
La construcción de la hidroeléctrica ya ha inundado 7 780 hectáreas, de las que 417 formaban parte de la zona de resguardo de los emberá en el Parque Nacional Paramillo.
Urrá obtuvo una capacidad instalada de 340 megavatios y una generación de unos 1,270 gigavatios hora al año, lo que equivale a atender al 2% del consumo anual de electricidad de Colombia.
Debido a ello, 589 familias campesinas fueron desplazadas y realojadas y los embera obtuvieron 12 000 hectáreas adicionales a las 104 000 hectáreas que disponían anteriormente.
Una sentencia de la Corte Constitucional obligó a Urrá a pagar indemnizaciones de 157 848 pesos colombianos al mes (unos $89) a cada indígena emberá afectado, los cuales eran 2 031 en un principio y ahora son 4 735, informó la empresa.
Según el antropólogo Miguel Campo, quien trabaja para la hidroeléctrica, esto sucede porque “se están viniendo desde otros territorios porque acá obtienen beneficios”.
“Fue peor el remedio que la enfermedad”, consideró el gerente técnico ambiental de Urrá I, Rafael Piedrahita. Según lo que manifestó, los indígenas antes vivían de la agricultura y la pesca y ahora se han hecho dependientes del dinero.
“Cultura de nosotros no es así, antes nunca hemos visto televisores”, afirmó a la agencia española de noticias EFE Cadir Domicó, un emberá de 30 años y padre de seis hijos, quien lamenta el cambio sufrido por su pueblo.
Asimismo, Ezequiel Domicó, profesor del centro educativo indígena Tuis Tuis, admitió a que los emberá están perdiendo “mucha cultura en el vestuario, en la pintura y en el habla”. A pesar de esto, confió en que los 32 niños que educa mantengan su cultura cuando sean mayores.
Por otro lado, en el 2009, el Ministerio del Medio Ambiente negó a la hidroeléctrica una solicitud de actualización de los estudios ambientales para el proyecto Río Sinú –conocido como Urrá II – que inundaría 53 000 hectáreas, también en el Parque Nacional Paramillo.
Actualmente, la decisión del Ministerio de Medio Ambiente es revisada por el Consejo de Estado.
Por su parte, el gobernador del cabildo mayor de Sinú, Causilio Restrepo, aseguró que los indígenas van a “estar luchando para no permitir la construcción de Urrá II”.
Pues de llevarse a cabo el proyecto “va a haber exterminios culturales y de las comunidades indígenas”, concluyó Restrepo.
El 99% del capital del proyecto Urrá se encuentra en manos del Estado, y el presidente Juan Manuel Santos ha expresado su voluntad de convertir a su país en una portencia energética que exporte electricidad a países vecinos.
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